Diversas han sido las reacciones de los familiares de las víctimas del Hércules C-130, luego de conocida la noticia del hallazgo de los cuerpos.
José Velásquez, hermano del suboficial mayor, Santiago Velásquez, conversó ayer en la mañana con Pingüino Radio, clarificando que son magallánicos, y antiguos vecinos del Barrio 18 de Septiembre, ante especulaciones en otros medios de que eran de Chiloé.
“Quiero aclarar algo que se dice. Nosotros no somos oriundos de Chiloé, somos nacidos y criados en Magallanes, específicamente en el Barrio 18 de Septiembre. Lo que pasa es que mi familia, mi madre, es de Chiloé, tengo muchos sobrinos, y capaz que alguno de ellos puso una nota allá, pero nosotros somos magallánicos. Mi hermano siempre fue ligado a Chiloé, pero nacidos acá”, señaló iniciando el contacto.
Con respecto de cómo se encontraban luego de conocida la información de la aparición de restos, señaló que dentro de todo es algo que los deja tranquilos, considerando que lo podrán tener para dar sepultura.
“Es un día diferente, capaz que tenemos un poco más de tranquilidad, un poco más de consuelo, al saber que se están encontrando restos del avión, restos de los seres humanos que han encontrado, yo creo que nos está dando poco de tranquilidad, por lo menos con la posibilidad de poder encontrar los restos y dar una sepultura que se merece, y los honores que se merece mi hermano con su carrera de 35 años”.
Consultado sobre el estado de su madre indicó que “mi mamá está destrozada, el único consuelo que tiene es poder encontrar a su hijo, ya sea para bien o para mal, tal vez diosito nos va a dar esa posibilidad. Mi hermano era muy allegado a la Iglesia, con mucha fe y por eso Dios nos extenderá su mano y nos entregará su cuerpo”.
Sobre la relación con su hermano dijo que siempre fueron apegados, lo que se transformó en una gran amistad.
“Con mi hermano toda la vida crecimos en la 18, nunca tuvimos alguna discusión, algún enfrentamiento de nada, más que hermanos éramos amigos, no podíamos comer un plato de comida si no estaba el otro, y creo que ese dolor ha sido más fuerte para mí, el perder un hermano. Era tan gran persona, pero tengo los mejores recuerdos de mi hermano, a través de los medios del país han habido muchas especulaciones, muchas cosas, pero se pide respetar el dolor de las familias. Estaba su destino, fue un accidente y no fue más que eso, lamentablemente pasó y nuestros destinos están marcados, en el caso de mi hermano se le abrió el cupo para subirse a esa avión por dos personas que no se subieron, y mi hermano estaba su viaje ahí y estaba su destino”.
Para finalizar José Velásquez indicó que parte de la tranquilidad es que su hermano falleció haciendo lo que más le gusta, en su amada institución, a la cual prestó servicios por 35 años.
“Fue su gran sueño, de conocer la Antártica, y creo que los jefes le dieron la posibilidad de hacerlo como en comisión de servicio, él se iba muy contento porque iba a cumplir el sueño de su vida, se fue en lo suyo. Él era muy feliz en su carrera, pero era su familia la Fuerza Aérea. Mi cuñada está destrozada, mi sobrina igual, se vienen días difíciles, nos quedan muchos días, mucha tristeza”.
Por su parte, Roberto Burgos, padre de Gonzalo Burgos, otro funcionario de la FACh que ya estaba radicado en Magallanes, lamentó el trato que han recibido por parte de la institución, señalando que él tuvo que quedarse en la casa de la madre de su nieto, mientras la mayoría de los familiares fue devuelto a Santiago porque no le dieron alojamiento.
“Estamos pésimo, aún no puedo llorar por todo, sí estoy molesto por toda la situación. De Talca salí a las 3 de la madrugada rumbo a Santiago. Me fui al aeropuerto y después me llevaron un comisario a la parte de Cerrillos donde estaba juntándose la gente para viajar. Partí ayer (miércoles) a las 9 de la mañana con un desayuno a las 5 de la madrugada, con una taza de leche, un sándwich, cuando llegué a Punta Arenas. Después que comentan todo a la autoridad, nos invitan a almorzar, yo pensé que era un almuerzo normal, pero eran canapés, bebidas galletas, pero bien. A las 4 de la tarde nos entregaron una información. Después a las 9 de la noche nos dan la última información, en ese lapso que otros pasajeros afectados volvieron a Santiago. Me fui a la casa de la mamá de mi nieto, cuando recibimos que nos teníamos que ir de nuevo a la base, tuvimos que recorrer varios kilómetros, me sorprendió como es la gente. La mamá de mi nieto se consiguió un auto con un vecino y se lo prestó, y pudimos llegar. Yo empecé a ver y a analizar todo lo que pasó antes, a ver que la persona que me acompañó se tuvo que ir, ellos se fueron tristes, y yo también quedé triste porque ellos querían quedarse con uno, pero ellos ya sabían lo que habían encontrado. Más tarde me enteré que Brasil sabía a las cuatro de la tarde, a los periodistas los tienen lejos de nosotros y eso duele, porque esconden la información”.
Agregó que se reunió con el intendente de Magallanes, José Fernández, a quien le expresó su malestar por todo lo ocurrido, esperando que puedan tener un mejor pasar.
“Después de las 9.30 busqué al intendente y le hice ver todo esto, cómo es posible todo esto, que la gente se vaya a Santiago. Yo tengo que estar en la casa de la mamá de mi nieto, mi ex señora en la casa de mi hijo Gonzalo que no sé cómo lo voy a encontrar, despedazado y eso. Él me entregó su tarjeta para que me ubique en un hotel, pero le dije que no era lo que necesitaba, porque yo podía estar en una casa y le hice ver que la gente que se tuvo que volver a Santiago tiene que volver a Punta Arenas, y el viaje es agotador”, señaló.