El periodismo ha sido fuertemente golpeado en esta pandemia del Coronavirus. Pero, el periodismo no está en cuarentena. Aunque muchas redacciones hoy parecieran vacías, lo cierto es que siguen funcionando con nuevas metodologías de trabajo, con periodistas reporteando a distancia o saliendo a pautas específicas. Muchas, con incluso mayor carga, y con desafíos difíciles de enfrentar en un contexto que profundiza la crisis que los medios de comunicación ya arrastraban desde hace tiempo. Nuestra profesión ha recibido malas noticias por la crisis social y económica que estamos viviendo. Pero se debe tener en cuenta que hoy más que nunca el rol del periodismo es esencial y en vez de robustecerse, estamos viviendo pérdidas de espacios. Pero esos, los que hay, debemos saber valorarlos y mantenerlos. Para la industria periodística costará mucho mantenerse en pie, pero una sociedad que no informa está destinada al ocaso, a una segmentación brutal entre los tomadores de decisión y quienes están en las bases. Hoy más que nunca debiera haber una valoración por el ejercicio periodístico y no una sepultura permanente del oficio, donde resulta ser lo mismo periodista que cualquier otra profesión que también se ofrece para reemplazarnos. La realidad está muy dura, son miles de colegas que han dejado de laborar en los últimos meses, lo que nos obliga a reinventarnos y buscar alternativas para mantener la información como una necesidad de primer orden. Hoy, los medios establecidos compiten contra las redes sociales, que sin ninguna responsabilidad hacen llegar muchas veces informaciones falsas o tergiversadas. Por eso es usted quien nos puede ayudar, se debe preferir a los medios establecidos a los que llevamos información de verdad, garantizada. Durante esta pandemia han sido muchas las informaciones falsas que se han dado conocer con mucha irresponsabilidad en Magallanes. Muchas de ellas basadas en rumores y algunos de ellos mal intencionados, tratando de manipular y desinformar.