La pandemia del Coronavirus y el invernal clima de las últimas semanas, han evitado que las personas transiten habitualmente por las principales bellezas de Magallanes y Punta Arenas. Si bien el llamado es al resguardo en las casas, también es necesario velar por la salud mental, ya que el encierro y el complejo panorama sanitario pueden ocasionar estragos en algunas personas.
Buscando descansar un poco del estrés que ocasiona la pandemia, disfrutar del muy extrañado buen clima, tomar un poco de aire puro y sentir la brisa marina, cientos de personas se dirigieron a la zona rural de Punta Arenas para pasar un tiempo de tranquilidad, en un ambiente más abierto, más libre.
Respetando las distancias físicas, el uso de mascarillas y el uso de alcohol gel y otros elementos de limpieza, las personas ayer tuvieron como destino favorito el sector sur de Punta Arenas. Los niños pudieron jugar a la orilla del mar, mientras los padres tomaban aire y disfrutan del inusual panorama natural, ya que, a pesar del radiante sol, igual se sentía unas cuantas brisas heladas, tan así que había sectores donde había hielo.
Una postal hermosa que pudieron presenciar las personas, fue el Río San Juan congelado, mientras el sol brillaba intensamente, se veía el verde de los árboles y como todo se complementaba con la flora y fauna de la zona, especialmente las aves, cuyo canto estuvo acompañado del lento flujo del río.