“Me ofrecieron pagarme 500 mil pesos por cada kilo y debido a la pandemia yo perdí mi trabajo, además tenía problemas con el alcohol. Estaba mi mamá en el hospital y por eso accedí a viajar con la droga”, fue parte de la declaración de una mujer oriunda de la Región Metropolitana que durante la jornada de ayer debió enfrentar un juicio en su contra, luego de ser sorprendida en mayo intentando ingresar una gran cantidad de sustancias ilícitas a Magallanes.
Estos hechos se remontan a la tarde de viernes 8 de mayo, a eso de las 14.00 horas aproximadamente, cuando el personal del Servicio Nacional de Aduanas se encontraba realizando actividades propias de su especialidad en el principal terminal aéreo de la región.
En ese contexto y con la asistencia de canes detectores de drogas, se percataron que entre los pasajeros que descendían de un vuelo de la empresa Latam proveniente de Santiago, la imputada Alissa Ninoska Denise Núñez Salazar, denotó un evidente nerviosismo al observar la presencia de los funcionarios fiscalizadores, dirigiéndose raudamente al sector de los baños.
Sin embargo, logró ser interceptada posteriormente, y ante la persistente marcación que realizaban los perros detectores al abdomen de la mujer, finalmente manifestó de forma voluntaria que traía consigo sustancias ilícitas.
Por lo anterior, fue revisada su vestimenta y el equipaje de mano que portaba, descubriendo que a su cuerpo mantenía adosado con papel alusa nueve paquetes, específicamente en su abdomen, cintura, espalda y pechos, mientras que los otros tres contenedores restantes venían en su bolso.
En síntesis, el personal de Aduanas logró incautar 2 kilos 278,8 gramos de clorhidrato de cocaína. Mientras que otros envoltorios contenían una cantidad de 403,6 gramos de marihuana. Asimismo se le confiscaron dos teléfonos celulares y un boarding pass.
Luego de estar cinco meses recluida tras las rejas, el jueves Núñez Salazar renunció a su derecho a guardar silencio, y declaró ante el Tribunal, reconociendo los hechos por los cuales fue acusada, además de detallar cómo fue que personas de otras nacionalidades le indicaron las coordenadas y el procedimiento para que ella transportara la cocaína y la marihuana hasta el territorio más austral del país. Por este motivo, y tras solo una jornada de juicio, los magistrados resolvieron declararla culpable por el delito de tráfico de drogas.
Cabe recordar que la Fiscalía, en este caso, solicitó una pena de 8 años de cárcel efectiva, lo que se conocerá en la audiencia de lectura de sentencia que quedó agendada para la próxima semana.