Las últimas elecciones primarias han confirmado el rechazo de que la gente siente por los partidos políticos, ya que su convocatoria no puede ser más baja. En Magallanes nos sorprendió la escasa concurrencia de un 4,35 por ciento, sin embargo fue después de Aysén, la segunda votación menos mala que sacó la antigua Concertación siendo su promedio nacional 1,75% (Chile vamos 1,39% y el frente amplio 0,82 en las regiones que se presentaron). Por otro ladoC Jorge Flies con el 2,88%  fue el candidato a gobernador que obtuvo mejor porcentaje en relación al padrón a nivel nacional, habiendo algunos ganadores que no llegaron al 0,5 por ciento.
El porcentaje de algunos candidatos de la Concertación, hoy Unidad Constituyente, además es engañoso, ya que parte viene de votos de derecha que participaron en la elección de alcaldes y no tenían primarias de gobernador, pero igual si eran independientes le pasaban la papeleta., Esta el caso de Claudio Orrego de la región Metropolitana que sacó 44.000 votos (un 0,78 del padrón electoral) y de ellos 10.000 votos eran de Vitacura y Lo Barnechea, las comunas símbolos del rechazo. Mientras que en La Pintana, la Concertación y el Frente Amplio juntos no llegaron a los dos mil votos...

Estas elecciones distan mucho de ser democráticas ya que las coaliciones, como señores feudales o carteles de mafia, se tienen repartidas las comunas entre los partidos y solo definen aquellas que están en mano de otra coalición. La designación de los candidatos que compiten en las primarias es también entre cuatro paredes, por lo que es muy injusto que todos los chilenos deban pagar el costo cuando los partidos están ya recibiendo financiamiento público. Pero todavía es más inequitativo que se obliguen a los ciudadanos a ser vocales de mesa cuando esa responsabilidad debería recaer, exclusivamente, en los militantes de los partidos.

La elección de gobernadores y alcaldes tiene una diferencia con las otras, que es que al ser unipersonales en materia electoral, es indiferente ir en un partido como ir de independiente. Es muy distinta a la de diputados, concejales o convencionales constituyentes en que el independiente está peleando contra la suma del total de la lista. Es por eso que dado el poco arrastre que demostraron los candidatos de los partidos en las primarias, se van a incentivar las candidaturas independientes, sobretodo habiendo segunda vuelta en la elección de gobernadores. El único problema que pueden tener es que no se permite la clave única y se obligue a ir a notaría, en ese caso hay que recurrir al Tribunal Constitucional.

Tenemos en abril cuatro elecciones, cada una con consecuencias diferentes. La de gobernador regional es un gran paso para los que hemos sufrido festival de intendentes, pero hay que tener cuidado dado el gobierno débil que tenemos que no sea usado para desestabilizarlo. Hay que cambiar varios alcaldes aprovechadores y elegir concejales que realmente fiscalicen. Y en una elección con caracteres totalmente distintos poder optar por personas que tengan los mismos principios de uno al momento de redactar la Constitución.