Es un hecho. La Región de Magallanes estará dentro de las primeras del país que contará con la distribución de las primeras dosis a su personal de salud de Unidades de Cuidados Intensivos.
Junto con ella, están Biobío, La Araucanía y parte de la Región Metropolitana. Esto porque concentran alta circulación viral, sobre todo las regiones del sur que en esta segunda ola -que solo ha llegado por ahora en esas zonas- han sido las más afectadas.
Y de las cuatro, la que concentra la tasa de incidencia acumulada más alta del país es la más extrema del sur de Chile (Magallanes) que de acuerdo con el último informe epidemiológico del Ministerio de Salud, tiene una tasa de 9.564,8 casos por cada 100 mil habitantes.
Para el químico farmacéutico, Luis González, es de suma importancia que la vacuna llegue lo más pronto posible y que Magallanes sea una de las primeras regiones en ser tomada en cuenta.
“Si se está aprobando una vacuna, avalado por las entidades sanitarias más importantes del mundo, es porque la relación riesgo-beneficio es particularmente favorable y su eficacia está demostrada. Creo que la mayor suspicacia de la población es ¿Por qué salió tan rápido? se hizo así porque es una situación de urgencia donde funcionan todos los recursos posibles para que esté disponible lo más pronto posible”, dice.
¿Le ponemos fin a las mascarillas?
El inmunólogo y director de la Fundación Ciencia y Vida, Mario Rosemblatt, explica que la persona que está vacunada está protegida por el virus, pero aún no se sabe si todavía almacena una cantidad de virus en su aparato respiratorio, boca y nariz, que pueda expulsar el virus y contagiar a una persona que está cerca.
“Es importante que se sigan usando las mascarillas para asegurarse de que no va a transmitir el virus a otra persona, mientras no se confirme que la persona vacunada, está libre del virus”, precisa Rosemblatt.