Las primarias y la conformación de listas han dejado innumerables heridas abiertas en la política regional.
Las primeras tres semanas de un verano para el olvido han sido de una máxima tensión al interior de los conglomerados magallánicos y muchos ya ni siquiera se contestan los WhatsApp.
Hace unos días escribíamos de los candidatos a gobernador regional. Ahora es el turno de ver qué pasa alrededor de las postulaciones a la Alcaldía de Punta Arenas.
Luis Legaza, el popular “Lucho” o el “Cabezón” para los más cercanos aparecerá en la papeleta del domingo 11 de abril con la seria aspiración de pasar a ser el máximo representante comunal de la capital magallánica.
“Lucho” se aburrió, se cansó de -según él- “los acomodos políticos, de los que gobiernan para sí mismos”. Desde hace más de una década que nos entretiene con columnas de opinión publicadas precisamente en este mismo suplemento y que versan de su hastío de muchos problemas sin solución.
Legaza es docente desde hace más de tres décadas. Ha pasado por numerosos colegios de Magallanes. Son miles de alumnos de diversas generaciones los que han pasado por las aulas de “Lucho” y otros tantos los que han asistidos a sus preuniversitarios, donde se vanagloria de trabajado con jóvenes que obtuvieron altos puntajes en la Prueba de Aptitud Académica (PAA) y en la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
Desde el 2013, cuando tuvo un acercamiento con el entonces postulante a diputado Gabriel Boric, ha estado cerca de las elecciones. Legaza participó activamente en la campaña del actual parlamentario y se incorporó como miembro del Frente Amplio, cumpliendo roles muy importantes. Incluso Legaza tuvo un preuniversitario gratuito que se realizaba en la misma sede de Boric, en calle Mejicana.
Pero el tiempo y otras razones lo terminaron por distanciar del joven de abundante barba. A “Lucho” no le gustó que al tiempo de ser electo el diputado cayera en los mismos juegos de los políticos tradicionales. Legaza le critica poca consecuencia a Boric, pero es la mismo que algunos le refutan a Legaza, quien dice tener los mejores puntajes en sus “preu”, pero no acepta a cualquier alumno porque como requisito pide cierto promedio de escolaridad. Es decir, sus mismos críticos dicen que ahí no es muy consecuente, porque selecciona a sus alumnos.
Pero, bueno. Con Boric distanciado, igual Lezaza siguió incursionando fuertemente en la política regional y así fue como en 2017 se postuló de forma independiente, sin ningún compañero de lista, a core. Quería ser consejero regional, porque veía que desde ese cargo podía contribuir con sus ideas a una región que para él “sigue mandada por los poderes fácticos de la política”.
En noviembre de 2017 obtuvo 2.803 votos y superó a varios que hoy integran el CORE y que ni siquiera sacaron la mitad de los sufragios de Legaza. De hecho, hoy son consejeros regionales nueve miembros que obtuvieron menos votos que el profesor.
Ahora, a principios de enero, terminó de juntar 278 firmas en una céntrica notaría de Punta Arenas para presentarse como candidato absolutamente independiente a la Alcaldía. La postulación de Legaza provoca cierto recelo en sectores de la izquierda magallánica, porque la mayoría de sus adherentes tienen un pensamiento ideológico cercano al Partido Socialista (PS), al Partido Comunista (PC) y al Frente Amplio.
Para muchos el profesor puede ser la gran sorpresa en las elecciones del 11 de abril.
Claudio Radonich instaló hace cuatro años por primera vez a la derecha en el Palacio José Montes. El abogado hizo historia en 2016 al lograr una votación histórica para su sector. Gobernó cuatro años difíciles para Punta Arenas. El primer año y medio lo hizo con el mandato presidencial de Michelle Bachelet y se peleaba palmo a palmo la atención mediática con el intendente de ese entonces, Jorge Flies Añon, al cual ya se le pasaba por la mente ser candidato a algo.
Tras el 11 de marzo de 2018, la administración edilicia de Radonich se fue eclipsando por los constantes cambios de intendentes del Gobierno de Sebastián Piñera. Lo acusaron de “meter mano” para sacar a Christian Matheson para instalar a María Teresa Castañón.
Pero el abogado siguió haciendo su pega y comenzó a desmarcarse del mandato de Piñera que iba en curva descendente. Ello se incrementó con el “Estallido Social”.
No obstante, Radonich debió seguir haciendo frente al descontento de ciertos sectores de funcionarios municipales y semana a semana enfrentó el malestar y el ataque de varios concejales de Punta Arenas. Siempre en su mandato estuvo el fantasma de que sus intenciones eran una postulación al Parlamento.
Sus principales críticos le refutan excesivo personalismo en su gestión, no dejar crecer a otros sectores de la derecha y exacerbar en lo mediático con mucha exhibición en redes sociales de sus numerosas selfies.
También se le acusó de destituir al exintendente José Fernández Dübrock, con quien era secreto a voces que había cierto distanciamiento.
El lugar de Fernández lo ocupó la actual intendenta Jennifer Rojas García, con una clara cercanía a Radonich. Lo cierto es que el abogado, hijo de una tradicional familia magallánica y que goza de una alta empatía en diversos sectores vecinales, es la mejor carta de la derecha. Y eso muchos lo saben, por eso contó con el unánime respaldo de los partidos y del oficialismo para ir a la reelección. Eso Radonich lo sabía hace meses, pero solo hace 15 días oficializó su nueva postulación aduciendo a peticiones de numerosos vecinos de Punta Arenas.
Ahora Radonich se ve enfrentado a una nueva campaña. En 2016 logró el apoyo completo de la derecha. Todos se cuadraron detrás de él. Ahora deberá hacer campaña con postulantes a gobernador regional (Juan José Arcos, Christian Matheson y Manuel José Correa) y con candidatos a concejales y constituyentes.
Los más disciplinados de la derecha magallánica siguen respaldando públicamente a Radonich. La tarea ahora será convencer a los que quedaron disconformes con la conformación de las listas a constituyentes o a concejales y al sector que apoya a Matheson, para que de esa forma logren unificar el mismo respaldo que lo llevó al Palacio José Montes en 2016.
Arturo Díaz es el candidato a la Alcaldía de Punta Arenas que supuestamente llega más validado. ¿Por qué? Porque ganó una reciente consulta ciudadana donde votaron más de 4 mil personas.
Díaz es enfermero del SAMU. En política ha estado desde hace muchas décadas, pero solo hace un lustro en primera línea.
Muchos lo recuerdan en su paso por la Universidad de Magallanes (UMAG) como un acérrimo simpatizante del socialismo. “Siempre fue bien de izquierda. Debatía con hartos argumentos. Sus mejores amigos eran del PS o del PC”, recuerda un compañero de estudios de Díaz.
Desde hace muchos años y tras haber sido electo alcalde de Punta Arenas, Díaz se convirtió en el “Delfín” de Gabriel Boric. Algunos dicen que el parlamentario confía mucho en el acercamiento vecinal que tiene Díaz, que a lo largo de los años se ha ido incrementando con sus labores de enfermero.
Al interior de Convergencia Social siempre ha pesado el nombre de Díaz. Fue presidente del partido en la región y en sus cuatro años en el Concejo Municipal siempre fue un opositor al mandato Radonich.
Hace poco más de dos años, Arturo Díaz acusó al concejal DC José Aguilante de eventuales pagos por prestaciones de servicios profesionales a establecimientos de educación dependientes de la Corporación Municipal. Además de Díaz, Radonich, Vicente Karelovic (fallecido) y Alicia Stipicic interpusieran un requerimiento ante el Tribunal Electoral exigiendo la remoción de Aguilante “por notable abandono de deberes, infracción grave a las normas de la probidad administrativa e inhabilidad del concejal”, por incurrir en acciones reiteradas que configurarían las causales del cese de su cargo contempladas en la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades.
No obstante, con fecha 23 de octubre de 2020, el Tribunal Electoral determinó que no hubo incompatibilidad de Aguilante en los términos que lo establece la Ley de Municipalidades, que le impidieran desarrollar funciones, comisiones o empleos en las corporaciones que participan en las municipalidades. Díaz fue el concejal que encabezó el fuego cruzado contra Aguilante y esas heridas aún no cicatrizan con un amplio sector de la Democracia Cristiana, que ya anuncian en conversaciones de pasillo que no apoyarán al enfermero en su candidatura a la Alcaldía.
Ese es un desafío que debe trabajar en estos meses Arturo Díaz. Convencer a los más de 4 mil votos que hubo en la pasada consulta ciudadana donde él se impuso a Verónica Aguilar, Juan Morano y Pablo Bussenius, porque los votos del Partido Comunista con su candidato a gobernador regional, Dalivor Eterovic, ya está comprometidos desde el nivel central dado el acuerdo que hay entre el PC y el Frente Amplio, que terminará por beneficiar a nivel nacional a Daniel Jadue en sus aspiraciones presidenciales.