Custodiado por Gendarmería, Luis Astudillo Henríquez concurrió al Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas para escuchar el juicio en su contra.
La Fiscalía lo acusó de robar carnes, romper una puerta de acceso y agredir con un trozo de vidrio a un guardia en el Unimarc. Aunque los jueces decidieron condenarlo por robo con intimidación, optaron por absolverlo del delito de daños simples.
Carnes avaluadas en $ 156 mil
Los hechos se remontan a septiembre de 2019. En horas de la mañana, el condenado concurrió al Supermercado Unimarc ubicado en la intersección de las calles Zenteno con Capitán Guillermos.
Ahí robó cuatro trozos de carne envasados. Los productos –avaluados en 156 mil pesos, aproximadamente– fueron escondidos entre sus vestimentas. Una vez que traspasó la caja sin pagar, un guardia de seguridad que sospechaba de él se acercó para detenerlo.
El imputado emprendió la huida y, en su intento por salir del supermercado, rompió sin intención la puerta de acceso. Entre los restos de vidrios desparramados en el suelo, agarró uno de los trozos para enterrarlo en el hombro de la víctima.
La
víctima quedó con una herida superficial de carácter leve, mientras que
los daños de la puerta de acceso ascienden a los 120 mil pesos.
Se acredita el robo
Por la sustracción de las carnes y las heridas conferidas al guardia, el Ministerio Público acusó a Astudillo Henríquez de robo con intimidación. Además, le imputó el delito de daños simples por supuestamente romper la puerta de acceso.
Entre Carabineros y funcionarios del Unimarc, la fiscalía sentó en el estrado a siete testigos. Además, exhibió un video de las cámaras de seguridad del recinto.
La defensa estuvo a cargo del abogado Pablo Santander. Su estrategia fue reconocer que el imputado robó las carnes, pero jamás incurrió en un delito de robo con intimidación ni daños.
“Las lesiones del señor guardia como los daños son accidentales. Aquí hay un hurto, solamente”, manifestó el abogado.
En su declaración, el propio condenado dijo ante los jueces que jamás hirió a la víctima. “Si hubiese tomado un vidrio con la mano, tendría heridas en la palma”, señaló.
Finalizado el juicio, la sala compuesta por los jueces Guillermo Cádiz, Jovita Soto y José Octavio Flores decidió condenar al imputado por robo con intimidación. “La prueba de cargo ha permitido establecer la existencia de la sustracción por el hechor de cosas muebles ajenas y con ánimo de lucro empleando violencia”, dice el veredicto.
Sin embargo, los magistrados lo absolvieron del cargo por daños simples. “No concurren las exigencias de rigor para que se configure el hecho punible”, señala el fallo.
La sentencia en su contra será leída el próximo miércoles. Si se acoge la solicitud de pena de la fiscalía, el imputado podría estar los próximos 10 años tras las rejas.