Cerca de 5.600 escolares magallánicos volvieron a clases híbridas y un 34% de los establecimientos ha tenido su apertura. No obstante, en algunos colegios de Punta Arenas han optado por seguir con clases 100% online, sobre todo considerando que la comuna retrocede a Fase de Transición.

Este es el caso del Colegio Nobelius, quienes han seguido con este formato. “Creemos que es lo más seguro por ahora, encima que pasamos a fase 2. De todas maneras estamos haciendo una encuesta para saber la opinión de los apoderados”, dijo su director, Alex Martinic.

En la Escuela Bernardo O’Higgins también funcionan solo con clases telemáticas. Igualmente, en estos dos establecimientos están con una entrega de guías cada 15 días, las que son entregadas por Junaeb.

A los casos anteriores se suma la Escuela Padre Alberto Hurtado, que optó por realizar clases 100% virtuales. “Esto nos tiene muy contentos, porque lo más parecido a las clases presenciales son las clases online”, argumentó su directora, Hilda Cárcamo.

En el Colegio Cruz del Sur también han estado con clases a distancia e iban a empezar el 19 de abril con clases híbridas, pero el retroceso hizo que debieran seguir con el sistema 100% online. No obstante, su director, Nicky Radonich, detalló que “nos mantendremos así siempre y cuando la comuna no avance a fase 3, ya que ahí empezaríamos por grupos a clases híbridas”, dijo.

Un caso distinto es el Instituto Don Bosco, que a partir del 8 de marzo inició con presencialidad en el tercer y cuarto medio, y luego siguió ampliando con el primer y segundo año medio. Asimismo, también están con este sistema los alumnos de la prebásica, kínder y prekínder, todos ellos con la voluntad de los apoderados y en grupos diferenciados, en la mañana y en la tarde.

Cuadros de ansiedad

Desde la edad preescolar hasta la adolescencia (entre los tres y los 15 años) los cuadros de trastornos de ansiedad se han visto aumentados en este grupo etario, según lo señalado por psicólogos regionales tras ser consultados por El Pingüino Multimedia.

En ese sentido, la nueva normalidad ha provocado en ellos desajustes conductuales como irritabilidad, insomnio, trastornos alimentarios y desconcentración. Los directores de estos establecimientos fueron consultados con respecto a este tema.

“Ha habido casos de ese tipo y tienen todo el apoyo necesario por parte del colegio. Por parte del área de convivencia escolar tenemos un psicólogo que conversa con los alumnos y con los apoderados”, aseguró Alex Martinic, del Colegio Nobelius, quienes tienen matriculados 334 niños en 2021.

“Una de las situaciones importantes que hemos adaptado en nuestro currículo han sido las clases de contención emocional, que ya empezamos a realizar el año pasado y que en este año las hemos estructurado”, comentó Nicky Radonich, del Colegio Cruz del Sur, establecimiento que registra 460 estudiantes este año.

En esa misma línea se encuentra el Instituto Don Bosco, quienes tienen 1.286 estudiantes. “Nosotros tenemos un equipo de apoyo que está conectado permanentemente con los apoderados. Hemos detectado casos y en la detección hemos brindado el apoyo que ha sido necesario a grupos enteros, con talleres de contención elaborados por la orientadora y por la psicóloga interna del colegio”, confirmó su director, Luis Velásquez.

Por el contrario a los casos señalados anteriormente se encuentran la Escuela Padre Alberto Hurtado y la Escuela Bernardo O’Higgins, quienes cuentan con 600 y 402 alumnos matriculados, respectivamente.

“Nosotros acabamos de terminar un diagnóstico que hicimos justamente para todos esos aspectos socioemocionales de los estudiantes y recién mañana nos vamos a reunir con el equipo de convivencia para hacer el análisis de esos resultados psicológicos. El 16% de los alumnos manifestó real interés en retornar a clases, pero de ahí otra situación como directora no lo he visto, porque el 100% de los alumnos está participando de forma activa de manera online. Todavía no se nota un cansancio o un agotamiento por parte de nuestros alumnos, porque recién en marzo incorporamos a toda la escuela en trabajos a distancia”, explicó Hilda Cárcamo, de la Escuela Padre Alberto Hurtado.

Su par Julián Mancilla, de la Escuela Bernardo O’Higgins, dijo que “no hemos tenido ese problema. Hemos tenido más problemas con que los niños no quieren mostrar la cara, no quieren aparecer en cámara. Entendemos que están todos un poco más ‘gorditos’, aunque también tenemos clases online en las que realizan actividades físicas”.