¿Han atendido más niños y jóvenes con trastornos alimentarios?, ¿Cuáles son los principales factores de este aumento de peso?
Cristina Marnich, nutricionista que atiende de manera privada: “He atendido niños de 10 años con 83 kilos y niños de 15 años con 130 kilos”
“Se pensó que iba a ser poco el tiempo de encierro y la gente se puso a cocinar cosas dulces y masas para no salir, ya que estaban todos con teletrabajo y los niños con clases virtuales. Lo preocupante es que estos malos hábitos de alimentación están relacionados con la obesidad, lo que deriva en enfermedades como el cáncer de estómago, cáncer de colón, prediabetes, hipertensión y problemas a la tiroides. Esto se da por la falta de fibra y exceso de hidratos de carbono de mala calidad, lo que llevó a un aumento de peso, el problema es que el azúcar genera una adicción, y a esto se suma el sedentarismo. Esta pandemia nos ha llevado a otra pandemia que es la obesidad, ya que he atendido niños de 10 años con 83 kilos y niños de 15 años con 130 kilos, por lo que hago un llamado a que la gente entienda que comer sano no es más caro ni más aburrido, además se pueden realizar actividades físicas. Cuida tu cuerpo, cuida tu templo, que es el único lugar que tienes para vivir”.
Loreto Manzo, nutricionista clínico de la Red Salud de Magallanes: “El hecho de estar encerrado es un círculo vicioso que ha provocado una mala alimentación y una baja actividad física”
“Atiendo a niños desde los cinco años en adelante y desde esa edad sí hay bastante aumento de ansiedad con respecto a lo que es la alimentación. Los factores son, primero el encierro, porque los niños son muy activos y no están yendo presencialmente al colegio en la actualidad. Y segundo, es que dejan de hacer sus actividades normales, muchas veces están en sus casas solos y es difícil que se autocontrolen, por lo tanto, tienden a sacar lo que pillen para comer. El mismo hecho de estar encerrado es como un círculo vicioso que ha provocado una mala alimentación y una baja actividad física, lo que tiene relación también con la ansiedad. Se recomienda que los niños estén lo más activos posibles, que si es que los padres ven que tienen algún problema de ansiedad o de alimentación, que lo deriven con algún especialista”.
Carla Cañete, trabaja en la Clínica de Lactancia y Nutrición Infantil de la UMAG: “Familiares me han dicho que han tenido que colocar hasta pestillos en el refrigerador”
“He tenido más pacientes, y principalmente también vienen acá por ansiedad, ya que ésta ha generado un aumento o exceso de peso durante el primer año de pandemia, lo que ha sido aproximadamente entre seis y ocho kilos en edad preescolar hasta los 15 años. Los familiares o cuidadores, se preocupan por eso y porque además están más irritables, que si no les dan ciertos tipos de alimentos ricos en azúcar o en grasas se enojan más. También ha pasado que familiares me han dicho que han tenido que colocar hasta pestillos en el refrigerador porque los niños no pueden dejar de comer, y que algunos han optado por la mala estrategia de entregar alimentos como premio. Es importante recordar que la Clyni Umag tiene consultas gratuitas para embarazadas, nodrizas y pediatría de 0 a 18 años”.
Andrea Mancilla, académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la UMAG: “La pérdida de actividad física, ejercicio y movimiento serían los factores de mayor impacto”
“En la clínica nutricional infantil (Clyni) que tenemos en la Universidad de Magallanes, donde atendemos gratuitamente a niños y adolescentes hasta los 18 años, el principal motivo de consulta ha sido por el aumento de peso durante el confinamiento de la pandemia. La malnutrición por exceso incluye desde un leve sobrepeso hasta casos avanzados de obesidad, y sabemos que durante la pandemia los hábitos alimentarios se han modificado en virtud de la rutina y a los nuevos horarios de las clases virtuales e híbridas en los establecimientos educacionales. Como carrera de Nutrición y Dietética nos encontramos desarrollando estudios observacionales y todo indica que la pérdida de las rutinas de actividad física, ejercicio y movimiento serían los factores de mayor impacto”.