En un conflicto judicial que se ha extendido por casi tres años y medio, el Juzgado de Garantía de Punta Arenas condenó a un individuo que evadió más de 115 millones de pesos en impuestos.
Los hechos se revelaron a partir de una recopilación de antecedentes del Servicio de Impuestos Internos (SII) a su empresa consultora, que prestaba asesorías a una organizaciones exploratorias de hidrocarburos.
En su análisis del año tributario 2015, el SII descubrió que la empresa registró ingresos por casi 72 millones de pesos a partir de una de sus consultorías. Según la acusación, el sujeto “rebajó de forma artificial y dolosa” la base imponible a los impuestos a la renta en primera categoría, perjudicando al fisco en 11 millones.
Con este antecedente, el SII puso la lupa a los años tributarios anteriores. Constataron que entre el 2011 y el 2014 tuvo ingresos por casi 486 millones, pero no declaró los impuestos a la renta a través del formulario 22. El perjuicio al fisco en estas operaciones fue de 51 millones.
La investigación del servicio también se enfocó en el único representante de la firma. Como persona natural, entre el 2011 y el 2015 tuvo ingresos ascendentes a los 453 millones “que el significaron un aumento a su patrimonio”, según la acusación. Tampoco declaró los impuestos a la renta y el perjuicio fue avaluado en casi 55 millones.
Sometido a las reglas de un juicio abreviado, el dueño de la consultoría reconoció su responsabilidad en los hechos y el tribunal lo condenó por delitos tributarios.
El individuo arriesga pagar una millonaria multa e incluso un periodo en la cárcel. Su defensa solicita que su pena pueda cumplirla en libertad, pues tiene irreprochable conducta anterior. Su sentencia se conoce mañana.