Dieciséis largos meses han pasado de pandemia a nivel nacional, de los cuales por más de nueve la Región de Magallanes y Antártica Chilena fue el reflejo de los aspectos más críticos del Coronavirus.
Durante el segundo semestre de 2020, la región presentaba la tasa de incidencia más alta a nivel nacional e incluso, a nivel mundial, con un promedio de 150 contagios diarios y con un peak por sobre los mil casos activos junto con las aeroevacuaciones diarias que se realizaban. Ello hizo pasar más de un dolor de cabeza a las autoridades tanto a nivel nacional como regional que hacían todo lo posible para sortear de buena forma la situación sanitaria.
Llegó a ser tan crítico, que por primera vez en lo que iba de pandemia, las autoridades del principal recinto sanitario Covid-19, el Hospital Clínico de Magallanes reconocía que se encontraban a un paso del colapso total.
Tras más de cuatro meses en cuarentena, llegó el 14 de diciembre, fecha en la que el Ministerio de Salud (Minsal) decretaba el avance de fase de cuarentena a transición para Punta Arenas. En aquel entonces, las cifras iban a la baja, no de manera tan notoria, pero sí sostenida.
Llegó aquel tan anhelado 25 de diciembre, día en el que comenzaba a hablarse de un posible “inicio del fin de la pandemia”, tras concretarse la llegada de las vacunas contra el Covid-19 y con eso, comenzar otro largo camino, el que tenía como objetivo inocular como mínimo al 80% de la población objetivo regional.
Los primeros “elegidos” -por razones más que obvias- fue el personal de salud de la denominada “primera línea”, por lo que rápidamente se puso en pie un plan de vacunación contra el Coronavirus, el cual se está llevando a cabo en un trabajo mancomunado entre la Atención Primaria de Salud, instituciones público privadas entre otras, que tienen, actualmente a la región, disfrutando de algo más que un simple “veranito de San Juan”.
Ante este nuevo escenario, las autoridades regionales comenzaron a tomar medidas territoriales que han sido un gran aporte en el combate de la pandemia.
Una estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento fortalecido, restricciones al ingreso vía aérea y terrestre a la región, además de una constante comunicación con los actores relevantes sobre la materia en Magallanes han sido algunos de los factores preponderantes en el buen pasar, a esto, obviamente hay que sumar el exitoso proceso de vacunación que convirtió a la zona en la primera en adquirir a más del 80% de la población objetivo ya inoculada con el esquema completo.
El último hito que vivió la región fue que tras casi 12 meses se notificó cero contagios nuevos -la primera vez ocurrió el 24 de junio del año pasado-, dicho suceso fue reconocido a nivel nacional y con ello alimentar aún más las expectativas del resto de las regiones ya que desde el inicio de la pandemia, Magallanes, ha ido un paso adelante al resto de Chile, solo recordar que el otrora ministro de Salud, Jaime Mañalich, en más de una ocasión ha reconocido que el virus del SARS-CoV2 circuló primero por esta zona que por el resto del país, independiente que el caso 1 conocido a nivel nacional haya sido en la Región del Maule.
En aquel entonces se habló del “Brote de los Cruceros”, el mismo que hoy en día resuena en la memoria de la comunidad que ve como, algunas autoridades, en conjunto con los gremios de turismo, insisten constantemente a través de los distintos canales de comunicación en comenzar a retomar el turismo regional incluso, elevando planes estratégicos sanitarios a las autoridades sanitarias a nivel central.