Omaira Rayo Angulo, ciudadana extranjera, con domicilio en la comuna de Lo Prado, en Santiago, fue puesta a disposición de la justicia durante la jornada dominical, para ser formalizada por el delito de tráfico de drogas, luego de ser sorprendida intentando ingresar cocaína a la Región de Magallanes.
Durante la audiencia, se procedió a controlar la detención, la cual fue acogida a derecho, iniciándose la formalización de cargos, donde el fiscal Manuel Soto, le comunicó a la imputada que se iniciaba una investigación en su contra por los siguientes hechos: “El pasado 31 de julio, alrededor de las 11 horas, arriba la imputada a Punta Arenas, en vuelo 1161 de la empresa Latam. La imputada mantenía reporte de alerta por una investigación previa realizada por la Fiscalía, donde estaba identificada como transportista de droga ilícita. En este contexto, funcionarios de la PDI proceden a realizar una revisión de la mujer, percatándose que mantenía adosado a su cuerpo, cuatro bloques compactos, que mantenían un polvo blanco, con características similares a la cocaína, además de que en un bolsillo de su pantalón tenía cuatro envoltorios con la misma sustancia, la cual fue sometida a la prueba de campo respectiva, dando positivo a cocaína, siendo un total de 2.43 kg. Además, se le incautó un celular y dinero en efectivo que asciende a la suma de 99 mil pesos. Los hechos son constitutivos de un delito de tráfico ilícito de drogas, en grado de consumado, atribuyéndole participación en calidad de autora”, señaló el fiscal Soto.
Luego de exponer los hechos, solicitó que a la imputada se le aplique la medida cautelar de prisión preventiva, argumentando para ello las pruebas ya existentes, como es el informe realizado por la Briantco de la PDI, donde detallan las diligencias realizadas.
Además se dio lectura a la declaración donde manifestó que “vivo en Chile desde el año 2018 y desde hace un tiempo logré tener un trabajo estable y producto de la pandemia quedé sin trabajo, lo que me llevó a buscar la necesidad de generar dinero. En mayo o junio, mientras me encontraba en la Plaza de Armas en Santiago, un hombre de nacionalidad colombiana me dijo que me pagarían un millón de pesos por traer droga a Punta Arenas, y ahí me contactó en mi domicilio. Logré pasar todos los controles, me dirigí a un hospedaje en Punta Arenas y se la entregué a un ciudadano colombiano, retornando a Santiago, dos días después”.
Luego de ello y que la defensa entregara sus argumentos del porqué su defendida no debía ir a prisión preventiva, el Tribunal determinó que la mujer sea enviada a la cárcel, por un plazo de 70 días.