El jueves, las autoridades de Cabo de Hornos denunciaron la tala ilegal de 20 árboles nativos. El hallazgo se produjo en un predio fiscal cercano al área urbana de Puerto Williams.
Según el jefe regional del Departamento de Fiscalización de Conaf, Andrés Espinoza, quienes talan la fauna suelen ser personas sin acceso a gas que viven en la periferia. Además, su práctica puede provocar profundos daños en el ecosistema.
–¿Cuáles son las motivaciones de las personas que incurren en la tala?
“La extracción de productos es para la calefacción, principalmente, pero también la para hacer cercos o postes. En la región tenemos una baja tasa de incidencia de corta ilegal, pero la principal activad ilegal está alrededor de las ciudades, ya sea Punta Arenas o Puerto Williams, de gente que vive en la periferia y no tiene cómo calefaccionarse”.
–¿Cuál es el daño de esta práctica?
“Depende mucho del tipo de bosque que se intervenga. En términos muy extremos puede ser pérdida del ecosistema para la flora y fauna. Si no se cumple con ningún criterio silvícola, sin ninguna técnica, el bosque se puede ver afectado y empezar a deteriorarse y a perderse”.
–En este caso se cortaron lengas. ¿Hay algún daño particular?
“Se cortaron árboles jóvenes, renovales. En ese sentido no es tan grave. Lo que sí es grave es que es un bosque aledaño a la zona urbana, entonces la presión que existe sobre ese bosque es alto. Acciones como estas que se pueden ir repitiendo en el tiempo pueden ir menoscabando el ecosistema”.
–¿Qué características tiene la ley que tipifica esta conducta?
“Hay dos tipos de multa en la legislación, las que tienen que ver a la corta de bosques y otra al transporte de madera ilegal. Las cortas no autorizadas son las que se hacen sin plan de manejo, que es este el caso”.
–¿Qué sanciones arriesgan los infractores?
“Hay una multa en pesos que debe ser cuantificada por el Juzgado de Policía Local, pero la ley sanciona con el doble del valor de los productos cortados. Si los productos no se encuentran en el lugar donde se hizo la corta y los vendieron, ahí la multa es seis veces el valor comercial de los productos. Eso es lo más común, porque generalmente cuando llegamos no están los productos”.
–¿Cómo se puede prevenir esta conducta?
“Nosotros hacemos difusión orientada a esta ley, pero también las fiscalizaciones preventivas. Realizamos fiscalizaciones y patrullajes para detectar este tipo de cortas en lugares donde focalizamos nuestro trabajo. También se ha implementado un sistema de monitoreo satelital que se llama LEMU (Sistema de Monitoreo de Extracción y Cosecha Forestal, en inglés). A través de imágenes satelitales podemos detectar cambios en la situación que probablemente pueden tener que ver con la disminución de la corta arbolea. En esa superficie hacemos la focalización”.