Ayer, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas condenó a 14 años de cárcel a un ex funcionario de la Armada que violó y abusó reiteradamente a su hijo. Una vez que salga de la cárcel, Carabineros debe vigilarlo por otros 10 años.
Los hechos ocurrieron en fechas indeterminadas del 2007 y 2008. El acusado –que estaba destinado en la Tercera Zona Naval– vivía junto a su grupo familiar en una casa fiscal de la Población Cerro Primavera.
De acuerdo a los hechos dados por acreditados por el tribunal, el individuo trasladó a su hijo de seis años a su dormitorio para atacarlo sexualmente. De manera reiterada, le hizo tocamientos en su zona genital y lo forzó a practicarle sexo oral.
Según la sentencia, la víctima “no contó nada en esa época por miedo y, a raíz de lo vivido, en la adolescencia presentó (…) sentimientos de tristeza y vulnerabilidad”.
La víctima develó los hechos a un profesor de su colegio cuando era adolescente. En marzo del 2019, el acusado fue arrestado por funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI), tras una serie de órdenes de detención en su contra emanada de tribunales de familia. Lo encontraron en Quillota, donde estaba radicado y separado de su familia. La Fiscalía Local de Punta Arenas lo formalizó a través de videoconferencia por delitos sexuales.
Tras más de 900 días en prisión preventiva, el individuo enfrentó el juicio en su contra. Los jueces escucharon el testimonio de la víctima, miembros del grupo familiar, el psiquiatra que trató a la víctima y asistentes sociales, entre otros medios de prueba, los que permitieron derribar la presunción de inocencia del acusado.
Además de los 14 años de cárcel, el ex uniformado tendrá la inhabilitación perpetua para cargos, oficios o profesiones ejercidas en el ámbito educacional. La pena será cumplida efectivamente en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota.