A disposición del Juzgado de Garantía de Punta Arenas quedó ayer un joven de 20 años que habría golpeado y agredido sexualmente a su conviviente. Mientras se investigan los hechos, el tribunal determinó que cumpla con arraigo regional y prohibición de acercamiento.
Los hechos habrían ocurrido en la mañana del domingo. Según la denuncia, el imputado encaró a su pareja por una supuesta infidelidad y perdió el control: le propinó golpes en distintas partes del cuerpo y tironeó de sus cabellos.
Mientras la agresión se perpetraba, el joven habría provocado lesiones en la zona genital de la víctima utilizando sus dedos. La mujer intentó defenderse mediante forcejeos y golpes, pero el imputado la doblegó por el empleo de la fuerza.
Pasadas las 12:00 horas la afectada aprovechó un momento de descuido y escapó ensangrentada del domicilio. Concurrió a la casa de sus cercanos, quienes la ayudaron a concretar la denuncia.
Según el parte médico, la mujer resultó con heridas múltiples en la mejilla, el cuello, dorso y los brazos. También se practicó un examen ginecológico que constató lesiones propias de un ataque sexual.
La Fiscalía supo de la situación e instruyó que la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI indagase los hechos. Los funcionarios se entrevistaron con la víctima, quien reconoció a su conviviente como el autor de sus lesiones.
La Brisex detuvo al imputado casi en la medianoche del domingo. Renunció a su derecho de guardar silencio y reconoció la agresión.
Tras una noche en los calabozos del cuartel, el joven fue puesto a disposición del tribunal. El Ministerio Público le comunicó que sería investigado por dos delitos: lesiones en contexto de violencia intrafamiliar y abuso sexual.
Por solicitud de la Fiscalía, el tribunal impuso la prohibición de abandonar la región y la prohibición de acercamiento o contacto a la afectada.