El falso aviso de bomba que provocó la evacuación del Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo tuvo un costo de 100 mil pesos para su responsable. El sujeto de iniciales R.B.S. tendrá que donar esa cifra a la Fundación Amadown y fijar domicilio por dos años para que la causa se suspenda.
El imputado, de 57 años, viajó a Magallanes para el matrimonio de su hija. Su vuelo de regreso a Puerto Montt estaba programado para el 15 de agosto pasado, pero una broma interrumpió sus planes.
En el counter de la empresa Latam, una trabajadora recibió el equipaje del imputado. Por protocolo, la mujer le preguntó si tenía un elemento inflamable en el bolso celeste que le había entregado. En tono de mofa, le respondió que en su interior se escondía una bomba.
Alarmada, la funcionaria se comunicó con su supervisor. Mientras el aeropuerto de Punta Arenas era desalojado, el GOPE perició el equipaje. Tras descartar indicios de peligro, la unidad se comunicó con la Subcomisaría de Río Seco para que el bromista fuese detenido.
En lugar de viajar a Puerto Montt, el individuo pasó la noche en los calabozos de la Primera Comisaría de Carabineros. El 16 de agosto lo formalizaron por alterar el orden público y quedó con arraigo nacional.
Ayer volvió a comparecer ante la justicia. El Juzgado de Garantía de Punta Arenas autorizó a que la causa en su contra se suspenda, pero bajo dos condiciones: que done 100 mil pesos a la Fundación Amadown y que fije domicilio durante dos años. Si cumple con los requisitos y no incurre en nuevos delitos quedará sobreseído.