El tribunal dio por acreditado un delito de homicidio frustrado. El 26 de abril de 2020 el acusado ingresó al domicilio de la víctima, de 61 años, premunido de un cuchillo cocinero de 34 centímetros de largo. Luego le propinó cortes “con el objetivo de darle muerte”, según la acusación.
El afectado resultó con una herida penetrante torácica posterior derecha con neumotórax derecho, además lesiones contusas en el rostro y lesiones cortantes en cuero cabelludo. Ingresó al Hospital Clínico Magallanes con riesgo vital y debió ser intervenido quirúrgicamente por el personal especializado.
La defensa abogó por la absolución del acusado. Alegaron que debía ser eximido por haber actuado en legítima defensa. Sin embargo, esa teoría fue descartada por los magistrados. “Resultó establecida, más allá de toda duda razonable, tanto la existencia del ilícito como la participación culpable que le cupo al acusado”, dice el veredicto.
La sentencia se conocerá el próximo 30 de junio y el acusado arriesga hasta ocho años de cárcel.