Ayer se inició el juicio en contra de dos exejecutivos que habrían estafado a empresas navieras en 1.300 millones de pesos. De ser hallados culpables, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas podría condenarlos hasta con 15 años de cárcel.
Los imputados Juan Reyes Navarro y José Soto Díaz trabajaban en Navarino S.A., una sociedad que administra las compañías de cruceros Vía Australis y Geo Australis. Presuntamente, ambos se aprovecharon de sus cargos para desviar los montos de esas tres empresas entre 2013 y 2018.
En su calidad de tesorero, Soto Díaz tenía que girar los cheques de la empresa a quien se giraba el documento, mientras que Reyes Navarro –que era el jefe de contabilidad- debía supervisarlo.
Según la acusación del Ministerio Público, “previamente concertados y de manera reiterada, aprovechando la confianza en ellos depositada y los poderes otorgados en razón de sus cargos, procedieron a confeccionar y girar los cheques de las cuentas corrientes de las empresas afectadas, simulando para el respaldo de los mismos la existencia de supuestas deudas con proveedores”.
El Ministerio Público calcula que Vía Australis tuvo perjuicios ascendentes a 871 millones de pesos, mientras que Geo Australis fue defraudada en 480 millones, aproximadamente. La sociedad que administraba ambas empresas, Navarino S.A., habría perdido dos millones de pesos.
Juicio
El juicio está programado para 12 jornadas. En su desarrollo comparecerán cerca de 25 testigos, incluyendo funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI y trabajadores de las empresas afectadas. También se rendirán informes contables y las cartolas de cuentas corrientes, entre otras pruebas documentales.
La Fiscalía solicita la imposición de ocho años de cárcel y una multa de 30 UTM por estafa reiterada. Por otro lado, la parte querellante pide una condena de 15 años de cárcel por la reiteración de la conducta, con más de 280 operaciones defraudatorias realizadas en media década.
En la primera jornada de juicio los acusados renunciaron a su derecho de guardar silencio y dieron su versión sobre cómo operaba la confección de los cheques.
Reyes Navarro –que va por una recalificación del delito a “apropiación indebida”– señaló que “estoy totalmente arrepentido de haber hecho esta acción. No lo volvería a hacer nunca más en mi vida, porque los costos que hay que pagar son demasiados”.