A más de tres años de los hechos, ayer inició el juicio en contra de Jonathan Serón Millapani, el único acusado por el homicidio de un joven de 26 años en la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero de Punta Arenas.
En los cinco días que está programado el juicio, la Fiscalía intentará acreditar los hechos que se remontan al 5 de mayo de 2019. En horas de la madrugada, la víctima Claudio Chiguay Duque caminaba junto a un amigo por calle Pedro Montt hasta que fue abordado por el imputado, quien los siguió insistentemente y los desafió sin ningún motivo.
Según la acusación, el acusado extrajo un cuchillo tipo mariposa e intentó agredir a Chiguay, quien lo repelió con un golpe de puño en el rostro. El joven y su amigo se dirigieron hasta la Plaza de Armas, pero el imputado los siguió e hirió a la víctima fatal con dos puñaladas en la zona toráxica.
La víctima sufrió un shock hipovolémico y un hemotórax izquierdo, entre otras lesiones. Conocido en el mundo “biker” de Punta Arenas, le sobrevivió una hija hoy tiene cerca de seis años.
Habla el imputado
En la primera jornada de juicio, el acusado –que cumple prisión preventiva desde el control de su detención– renunció a su derecho de guardar silencio y prestó declaración. “Nunca fue mi intención quitarle la vida a una persona, pero una cosa llevó a la otra”, dijo por vía telemática desde el Complejo Penitenciario de Punta Arenas.
Según su relato, esa madrugada regresaba de la discoteca “El Templo” hasta que fue interceptado por la víctima y sus amigos, quienes le pidieron cigarros. Ante la negativa del imputado se habría iniciado una discusión que pasó a los golpes.
“Empezamos a pelear. Él me pega y yo saco ‘la mariposa’ para pegarle. Él se desvanece, pensé que se estaba haciendo”, declaró.
La Fiscalía tiene una versión distinta de los hechos. “De forma insistente y desafiante (el imputado) sigue a la víctima, ya portando el arma homicida. El único afán de este hostigamiento es generar una situación de pelea”, dijo el fiscal Fernando Dobson en su alegato de apertura.
En las cinco jornadas que durará el juicio van a declarar cerca de 17 testigos y seis peritos. Se contempla el testimonio del amigo de la víctima fatal que observó la agresión y funcionarios de la Brigada de Homicidios. También se rendirán las cámaras de vigilancia del sector y el cuchillo empleado.
De ser hallado culpable, los jueces pueden condenar al acusado hasta con 15 años de cárcel.