Hace unos años el Gobierno encargó un estudio al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para conocer las realidades de gastos en base a productos similares en las distintas capitales regionales, y Punta Arenas apareció como la del mayor gasto en el ítem del precio que se paga por las frutas y verduras. Este problema que nos aqueja parece no tener solución y menos ahora con la inflación más alta en 30 años y con los costos del fletes que debemos pagar por ser la región más extrema del país. El valor de las frutas y verduras encarece el costo de la vida en la Región de Magallanes y Antártica Chilena y llega a ser prohibitivo su consumo para un gran porcentaje de la población. Pese a que las campañas públicas de salud digan que alimentarse de frutas y vegetales previene el desarrollo de enfermedades y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende cinco porciones al día, en Magallanes muchos no pueden por el alto costo que significa en el presupuesto familiar. En diciembre, por ejemplo, solo una sandía puede costar diez mil pesos. Hay conciencia de que son fuente de vitaminas, minerales y bajas en calorías, por eso los nutricionistas recomiendan comer al día cinco o más porciones de frutas y verduras, pero cuando se revisa la cuenta del supermercado a muchos les viene el arrepentimiento, especialmente en el último año debido a la inflación y el encarecimiento de los costos de los principales alimentos. Por ello muchos recomiendan cotizar, porque puede haber diferencias abismantes y se puede llegar a pagar más del doble. Eso ocurre en la Región de Magallanes y Antártica Chilena y es una realidad a la que nos exponemos día a día.