Así como existen las unidades de tiempo como las horas y las unidades de longitud como los metros. También existe una unidad de medida de la inteligencia y se llama Coeciente Intelectual o CI.
Para conocer el CI de una persona, esta debe realizar un test de inteligencia. Los cuales se componen de una serie de ejercicios y pruebas que el evaluado debe ejecutar. Algunas funciones intelectuales que miden este tipo de test son, por ejemplo: compresión verbal, razonamiento fluido, memoria de trabajo.
Las Escalas de Inteligencia de Wechsler, son los instrumentos más usados, a nivel mundial, para la evaluación intelectual de niños y adultos, A través de estas es posible acceder a un completo y exhaustivo perfil de las habilidades cognitivas de los evaluados, Este conjunto de pruebas está diseñada para ser aplicado exclusivamente por psicólogos, al igual que la corrección e interpretación de la prueba. La cual entre otros aspectos. Sirve para conocer el potencial de aprendizaje de las personas.
La mayoría de las personas obtienen en las pruebas de inteligencia un CI entre 90 y 109 puntos, lo que corresponden al llamado normal promedio.
La discapacidad intelectual, en la escala de medición de la inteligencia se ubica bajo el 70 de CI. En el otro extremo de la inteligencia, se ubica la llamada superdotación y corresponde a un CI sobre los 130.
Según la OMS la discapacidad intelectual es aquella que presenta una serie de limitaciones en las habilidades diarias que una persona aprende y le sirven para responder a distintas situaciones en la vida.
Para establecer los diferentes tipos de discapacidad intelectual se tiene en cuenta tanto el nivel cognitivo de la persona como las dificultades que presentan para su adaptación al entorno y para el desarrollo de las actividades de la vida diaria y la intensidad de los apoyos requeridos para llevarlas a cabo.
Las personas con discapacidad cognitiva muy grave, se caracterizan porque no sabe leer, ni hablar, ni comunicarse ni mucho menos escribir. Un ejemplo de ellos son los llamados “niños ferales o salvajes”, quienes han sido criados al margen de la sociedad humana
Se sabe que alrededor de un 2,2 % de las personas tendría un CI de 130 o más como, por ejemplo: un australiano que ganó la Olimpiada Internacional de Matemáticas a los 13 años y se doctoró a los 20 años cuyo CI era de 230. A igual que un coreano, quien a los 6 meses hablaba y a los 3 años dominaba 4 idiomas y lo contrató un organismo estadounidense cuando este tenía 8 años y cuyo CI era de 210
En contraposición a esta taxonomía, existe otra forma de clasificar a los seres humano y esta es la inteligencia emocional. Incluso hay estudios que señalan que la inteligencia emocional tiene mayor impacto en la vida personal y profesional que la inteligencia racional, basada en el coeficiente intelectual.
Dado la importancia de la inteligencia emocional, se hará referencia en la siguiente columna.