Hace algunos años se dieron a conocer los resultados del estudio realizado en conjunto por la Universidad de Magallanes, la Universidad de North Texas, de EE.UU., y el Instituto de Ecología y Biodiversidad de la Universidad de Chile, que buscaba saber si el agua dulce de Puerto Williams, en la Región de Magallanes, era la más pura del mundo. Y la respuesta sorprendió y fue positiva, en el fin del mundo, en la comuna de Puerto Williams, tenemos el agua más pura del mundo, un regalo para los habitantes de esta hermosa Región de Magallanes.
A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos a nuestro alrededor. De ahí la importancia que tiene la conectividad, el poder llegar hasta los últimos rincones de nuestra región. No podemos perder esta oportunidad. El aire y el agua que nos rodean tienen una altísima pureza y tenemos un ecosistema que existía previo a la Revolución Industrial.
La pristinidad y la pureza virgen de nuestra naturaleza es lo que debemos saber “vender” para atraer a mayor cantidad de turistas y especialistas en ecosistemas. En la zona, un científico debe gastar, por términos de implementos y estadía, un promedio de 10 veces más que un turista. Magallanes debe saber aprovechar este turismo científico. Esa es nuestra tarea y debemos saber cumplirla.
Hoy la inversión pública en la comuna de Puerto Williams aumentado, recordemos que en el gobierno anterior se realizó la mayor inversión de esa comuna de los últimos 30 años. La obra del muelle multipropósito, permitirá sin lugar a dudas una mayor conectividad; la ruta Vicuña-Yendegaia, también es un gran avance a la conectividad de la región, pero si queremos aprovechar todos los recursos con los que cuenta la Región de Magallanes, debe existir mayor inversión que permita una mejor unión entre todas las comunas de la región y que los habitantes de la zona más austral del mundo y los turistas puedan disfrutar las maravillas del fin del mundo.