De no mediar una decisión distinta, hoy se desarrollará la reunión de la junta acreedora que deberá determinar e futuro de Nova Austral.
El encuentro fue reprogramado la semana pasada y significa la última instancia de diálogo y decisión entre la salmonera y los bonistas para definir qué sucederá con la compañía.
Luego que la propuesta final se rechazara en diciembre, con posterior acuerdo para mantener “viva” una decisión, la empresa propuso transferir el 45% de las acciones de la sociedad a los acreedores, garantizando a través de una línea de crédito, asegurando el 55% de la propiedad a los principales acreedores.
Sin embargo, la oferta no ha convencido a los inversores, por lo que de acuerdo a la normativa que rige la reorganización judicial no existe más margen que la reunión que sellará el destino de la salmonera.
De rechazarse la propuesta hoy, se procederá a la liquidación, vale decir, al cierre de la empresa y a la venta de los activos para cumplir con los acreedores. Esto, se traducirá en la pérdida de más de 900 puestos de trabajo directos en Tierra del Fuego y más de 1.000 fuentes laborales de manera indirecta.