Una notoria disminución en el número de taxis colectivos, disponibles en Punta Arenas, advirtieron ayer dirigentes vecinales y público en general.
Según afirman, el fenómeno se desató durante la pandemia y se agudizó en los últimos meses.
De hecho, basta quedarse hasta tarde en un paradero del centro de Punta Arenas y es evidente que, después de las 23 horas, resulta casi imposible encontrar un taxi colectivo y ni hablar de una micro.
A partir de esa hora, lo que mandan son los taxis y el Uber, todo ello en rápida expansión, algo que, sin embargo, no es una opción para una persona que salga tarde de su trabajo o no tenga el dinero suficiente para pagar un taxi a un sector alejado de Punta Arenas, donde una carrera desde el centro de la ciudad puede sobrepasar fácilmente los cuatro mil pesos.
Dirigentes vecinales
Juan Carlos Mansilla, presidente de la Junta de Vecinos Cerro La Cruz, manifestó que durante la pandemia, muchos dueños de taxis colectivos tuvieron que vender sus vehículos y esto se agudizó en los últimos meses, debido al aumento en el precio del combustible, en este caso, el gas natural comprimido o GNC que, si bien es más barato que la gasolina, no ha dejado de subir. “He conversado con muchos dueños de taxis colectivos y me han dicho que ya a las seis de la tarde la mayoría de ellos prefiere quedarse en la casa y eso se nota en las calles. Recorro mucho la ciudad en locmoción colectiva y la verdad es que no hay ni la mitad de los colectivos que había antes de la pandemia”, nos dice.
A su vez, Laura Vergara, presidenta de la Junta de Vecinos N°23 Carlos Bories, confirma también lo anterior, señalando que “cada vez hay menos colectivos circulando, hay un descenso notorio”.
Público en general
Mientras carga el combustible de su vehículo, el chofer Alejandro Santibáñez nos comenta: “No me queda otra que andar en auto para todos lados, porque aquí en Punta Arenas tampoco te sirve la locomoción colectiva, como alternativa, porque en días domingo o feriados no corre ninguna micro y los colectivos se esconden todos y nadie fiscaliza”.
José Salgado, vecino de Punta Arenas, comenta por su parte: “He conversado con muchos antiguos colectiveros, y lo que están haciendo es destinar sus vehículos a taxis o Uber, ya que se abrió más este campo y se maltrata mucho menos los vehículos, lo que significa una mayor ganancia”.