Impacto causó entre la comunidad lo ocurrido con una madre y su hija, al interior de su domicilio de calle Eusebio Lillo, en el surponiente de Punta Arenas.
Inicialmente se hablaba de que eran cinco los meses desde que sus cercanos no sabían nada de ellas, y por lo que el tiempo de fallecimiento se estimaba prolongado.
Anthony Ortega, es expareja de una de las fallecida. Con ella tuvo un hijo, quien está a su cargo hace cinco años y por el cual ella pagaba pensión de alimentos.
Fue, justamente, esto lo que encendió las alarmas acerca del paradero de la mujer, llevando a la denuncia que permitió conocer del triste final evidenciado la tarde del pasado martes.
“Nosotros nos dimos cuenta de que habían faltas del mes de julio y agosto con el pago de pensión y cuando existe un par de diferencia de la pensión se nos enciende la alarma. Es por eso que la segunda semana de agosto hacemos la denuncia ante la PDI y comenzamos a indagar con los vecinos”, indicó.
Recordó que cuando acudió al domicilio a ver si sabía algo de ella, se percató desde el exterior que no existía movimiento alguno en la propiedad. Agregó que al revisar el medidor de gas, comprobó que éste registraba movimiento de manera normal. Fue aquello, entonces, que lo llevó a concurrir a la Fiscalía y solicitar el ingreso al inmueble.
“Veo que no hay movimiento en la casa como tal, en el antejardín, veo el medidor de gas y este estaba funcionando como si hubiese consumo. Eso me encendió las alarmas, por lo que solicité a la Fiscalía que hicieran un ingreso al domicilio para verificar si estaban o no adentro, y se completó ayer (martes)”.
Mencionó que el hijo de ambos visitaba esporádicamente a la mamá, y que por motivos personales dejó de asistir en junio. “Creemos que esto habría ocurrido en julio, con las heladas, cuando se reventaron las cañerías. Nosotros dejamos las muestras de ADN, sabemos que es la identidad presunta, pero todos sabemos que son ellas y ahora lo van a confirmar científicamente”, lamentó.
Los cuerpos de madre e hija fueron encontrados en el interior del inmueble, presentando un gran estado de descomposición. Actualmente ambos cuerpos se encuentran en el Servicio Médica legal donde se realizan las respectivas autopsias para determinar las causas de este lamentable hecho.
Madre e hija fallecidas: entrevistadas por Pingüino Multimedia hace diez años
Era el 30 de junio del año 2014 cuando un equipo de Pingüino Multimedia concurrió al domicilio donde se desató la tragedia de ambas mujeres, para cubrir una denuncia por el supuesto maltrato escolar que sufría el hijo de la mujer.
Se trataba de Verónica Rojas y su madre Leticia Hernández, de 43 y 63 años respectivamente (al momento del fallecimiento), quienes en dicha oportunidad dieron a conocer el maltrato que habría sufrido el hijo de la primera de ellas en manos de una estudiante en práctica.
En dicha oportunidad, ambas manifestaron que llegarían hasta las últimas consecuencias para esclarecer el hecho, lo que fue publicado en entrevista extensa el 1 de julio del 2014, en la página 3 de Diario El Pingüino.
Vecinos
Tranquilas y sin verse envuelta en problemas, las recordaron ayer los vecinos del sector El Pingüino, dado que hace muchos años habitaban el inmueble, que había adquirido Leticia luego de esfuerzo y mucho trabajo.
Oriunda de Venezuela, la mujer llegó hace varios años a Magallanes, en búsqueda de nuevos horizontes para ella y su hija, no teniendo más familiares, siendo el hijo de Verónica el único familiar directo que tienen en Punta Arenas.
Ahora, la familia está a la espera de que finalicen los trámites en el Servicio Médico Legal, para determinar si sus restos serán trasladados a su país o si descansarán en Punta Arenas.