Las últimas encuestas de movilidad social indican que las grandes ciudades de Chile están atrayendo a mucha gente de regiones y algunas autoridades están viendo con alarma cómo su juventud, simiente del futuro de sus localidades, se está yendo en busca de nuevas alternativas de trabajo y perspectivas de desarrollo personal a otras zonas más atractivas.
Con estos indicadores alarmantes debemos poner luz roja a quienes planifican el desarrollo de las ciudades y los obliga a visualizar los proyectos con perspectivas de futuro y vean en ellas las posibilidades de crear las condiciones que permitan dar mayor estabilidad a su gente y dejar de lado las odiosidades y rencillas personales que los invaden cuando optan a cargos de representación popular. La ciudadanía quiere conocer los proyectos que pretenden realizar en sus comunidades cuando sean electos alcaldes y concejales y así lograr encantar a la juventud. De esta forma, podremos evitar el éxodo de pobladores hacia otras ciudades regiones o países.
En la Región de Magallanes y Antártica Chilena aún tenemos problemas de poblamiento, especialmente en las comunas rurales, donde se necesita la llegada de ciudadanos que contribuyan al desarrollo de esos sectores.
Por eso es fundamental una modificación a las políticas de poblamiento, pero ¿cómo lo hacemos más atractivo? Hoy, somos la única región que tiene a la mitad del total de sus comunas entre las más pequeñas del país.