Los analistas del acontecer político comunal, nacional y mundial deben, en mi modesta opinión, cumplir con requisitos mínimos de una cultura amplia, objetividad y buen criterio que, lamentablemente, a muchos “analistas aficionados” les falta y mucho.
Tengo el privilegio de haber estudiado la cotidianidad de muchos países, de nuestro país en el curso de cinco décadas de quehacer profesional, como Periodista, graduado con Distinción Máxima en la Escuela de Periodismo por la Universidad de Chile, en Valparaíso, cuando la Casa de Bello era la Universidad de Chile, un ejemplo para el mundo, y vivir en Punta Arenas, en Magallanes, desde septiembre de 1980.
Todo eso me otorga, creo yo, autoridad moral y cultural para reiterar el título de esta columna de opinión: Norteamérica habló fuerte y claro, en las recientes elecciones presidenciales, de senadores, diputados (representantes), gobernadores y otros cargos, tal vez menores, pero importantes también.
Trump regresa a la Casa Blanca en gloria y majestad, gracias a una victoria apabullante sobre su oponente, Vicepresidenta de un gobierno para muchos, nefasto para los Estados Unidos de Norteamérica, una propuesta y un accionar que muchos encuentran parecido a quienes administran hoy y hasta un año más nuestra Patria.
El Presidente Trump arrasó y obtuvo muchos más delegados electorales que su rival; sus partidarios dirigirán el Senado y la Cámara; la gran mayoría de los gobiernos del estado federal y hasta los más pequeños condados del país, donde hay orgullo nacional, donde se trabaja duro y vive el espíritu de los pioneros y donde la Fe cristiana, que reúne hoy no sólo a los Wasp, blancos, anglosajones y protestantes, en español.
Estamos lejos de ese gran país, de ese pueblo que desechó el aborto libre, por ejemplo, y muchas otras cosas de un “Progresismo” que busca destruir nuestras sociedades, siguiendo los dictados de las agencias de Puebla, de Sa Paulo y de otros lugares donde el demonio globalista ha hincado su tridente asesino, de crimen organizado, de drogas legalizadas, de un libertinaje, de inmigración ilegal que supera y no respeta fronteras, que ha traicionado la auténtica Libertad.
Tomemos nota de este mensaje del Pueblo Norteamericano que aunque no sea nuevo repite lo que muchas otras naciones del mundo, por ejemplo en numerosos países de Europa, esa Europa que derribó el muro de Berlín, como antes había superado la Cortina de Hierro del comunismo soviético y que nuestro himno nacional ya señalaba: “Libertad es la herencia del Bravo...”.
La tarea de liberar Chile de la corrupción, de la mentira, de las volteretas, del CAE desfinanciado, de las listas de espera, del irrisorio pago de la deuda histórica de los profesores, del demorado pago del 4 por ciento a nuestros jubilados, de los manotazos a los fondos para emergencia, ya empezó y espero que se haya aprendido que la unidad de los independientes y de toda la oposición, superando matices, personalismo y caciquismo dañinos, permita qu, dentro de un año, sigamos las señales que hace pocos días nos entregara, fuerte y claro, el pueblo norteamericano…
¡God bless américa…god bless america…forever…