Hubo al menos dos directores que la conocían de antes, de cuando trabajaba en el Gobierno: Yolanda Pamela Díaz Chacón (aunque prefiere Pamela, para todos los efectos), ingeniera comercial, había cumplido funciones en el área de Recursos Humanos del Gobierno Regional (GORE) y después, en la administración de la oficina local de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere). Eso ocurrió entre el 2000 y el 2010. De allí hizo redes con el sacerdote diocesano de Punta Arenas, Fredy Subiabre; el exobispo de la región, Bernardo Bastres, y con Mario Maturana. Hoy los tres forman parte del directorio de la Fundación para el Desarrollo de la XII Región de Magallanes y la Antártica Chilena, FIDE XII (el nombre se quedó pese al fin de la numeración de las regiones).
Pero hasta antes de que Óscar Blanco, el actual obispo local, la presentara el martes en las oficinas de la fundación, en el Barrio 18 de Septiembre, al surponiente de la ciudad, hubo una complicación: en 2014 Díaz Chacón se vio involucrada en un entramado judicial que en un momento la dejó con la medida cautelar de arraigo regional y firma mensual por el delito de fraude por presuntas boletas falsas, por servicios no concretados. Pero la acción judicial no llegó a puerto y fue absuelta e incluso indemnizada por el Estado.
Reinaldo Leiva, el saliente director de FIDE, había presentado varias renuncias que el directorio había rechazado. En las últimas semanas, esa decisión había tomado otro peso: trabajadores de programas administrados por la Fundación habían realizado distintas manifestaciones por el no pago de sueldos (o la demora del pago de éste), o también por el fin de las mismas actividades. Su continuidad, al menos por responsabilidad administrativa, se hacía tan insostenible como la situación financiera misma de la organización.
Pamela Díaz estaba haciéndole clases a niños en edad escolar cuando recibió el llamado. A eso estaba abocada a eso, a enseñarles de matemática y pensamiento crítico a ellos y a jóvenes en etapa preuniversitaria, cuando la llamaron. Y dice que no lo pensó mucho, que esas decisiones tampoco se piensan tanto. Sabía, eso sí, qué era lo que pasaba. Y cómo no, si era prácticamente semanal la noticia de algún programa de FIDE XII con problemas de caja.
Su cariño por la Fundación existía de antes de ese amargo episodio de Timaukel, como cuando participó desde el GORE al mejoramiento de infraestructura de la Iglesia Católica en Magallanes, o en programas para la prevención del consumo de drogas. A ello se sumaba el verlos en actividades, a propósito de su participación en la corriente Schoenstatt de la iglesia.
El obispo Blanco, cuando la presentó, destacó su “mucha experiencia en el trabajo social, sobre todo administrativo, y creemos que es la persona indicada para hacer este relevo de llevar adelante la misión y visión de la Fundación, continuar sirviendo a la comunidad, como lo ha hecho siempre”.
Prioridades
Díaz Chacón aseguró ya estar “trabajando a fin de encontrar soluciones a los motivos que llevaron a esta crisis financiera”. Lleva 24 horas en el cargo: en un balde de honestidad, transparentó que, al menos el martes, al momento de su presentación “no podemos encontrar una respuesta concreta ni podríamos entregar un camino”.
La búsqueda ha implicado, hasta ahora, coordinar los equipos internos “para buscar caminos de solución con los distintos mandantes, con quienes financian el quehacer de la Fundación. Por otro lado, estamos buscando un programa de aporte de privados, a fin de que también la comunidad nos pueda ayudar a salir de esta situación crítica”.
¿Cómo lo resolverá? Vía donaciones o voluntades “de los aportantes”.
Convenios y polémica
Fuentes ligadas a FIDE XII precisaron que este mes debiese terminar la ejecución del programa “Ruta Social”, con el Ministerio de Desarrollo Social, por medio de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) local. Además, en el mismo mes se debiese poner término a la Casa de la Mujer, el programa que ejecuta por contrato con el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Sernameg).
Por otra parte, el primer semestre del próximo año deberían terminar los convenios con los albergues. De esta forma, quedaría tres programas o iniciativas: el Colegio FIDE XII en Porvenir, el Colegio María Auxiliadora y la Casa del Samaritano.
Sobre el Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam) Cristina Calderón no hay certeza, pero debiese continuar hasta marzo de 2026, en el mejor de los casos.