La presencia de turistas argentinos en las calles de Punta Arenas fue la dinámica generalizada durante todo el verano.
La gran cantidad de vehículos con patentes argentinas que recorría las calles de la capital regional magallánica, se reflejaba de manera inequívoca en tiendas, centros comerciales y restaurantes abarrotados de turistas y principalmente compradores del “otro lado del alambre”, quienes beneficiándose de la diferencia cambiaria, aprovecharon el feriado estival para abastecerse, y por qué no, despejarse y hacer turismo disfrutando de los atractivos de la región.
Sin embargo, y como era de esperarse, este masivo desplazamiento, se tradujo en un colapso en los pasos fronterizos entre Argentina y Chile.
El destino más elegido por los visitantes argentinos fue Punta Arenas, ciudad predilecta por los visitantes dadas las oportunidades comerciales que ofrece, donde la variada oferta en prendas de vestir, electrodomésticos y artículos de tecnología son ofertados a precios convenientes en comparación a los encontrados en el mercado transandino, lo cual potenció el intercambio comercial de forma importante.
Cabe destacar que solo durante el período entre el 1 y el 16 de febrero se registraron 27.920 ingresos a la región de Magallanes contabilizando únicamente el Paso Fronterizo Integración Austral, mismo período en el cual se totalizaron 50.969 cruces en ambos sentidos.
Ante este panorama, era de esperarse que durante el pasado fin de semana, coincidente con el final de las vacaciones, la afluencia de turistas se incrementara de modo masivo, lo cual ocasionó que desde las primeras horas del sábado, se registrara un alto flujo de viajeros en los pasos fronterizos, con una afluencia masiva de turistas y residentes de ambos lados de la frontera. Dicha situación provocó demoras significativas, con largas filas tanto en Migraciones como en Aduana, generando malestar entre quienes intentaban cruzar.
Diego Stigol, ciudadano argentino quien se encontraba de regreso el pasado domingo comentó que “la situación fue bastante agotadora, en Punta Arenas, los comercios estaban llenos y a pesar de intentar volver temprano, tardamos más de dos horas en la fila para el proceso de aduana y poder cruzar”.
Ante esta situación reviste mayor importancia la reunión binacional sostenida el pasado 14 de febrero en Punta Arenas donde intendentes y alcaldes de ambos países relevaron la necesidad de agilizar los trámites fronterizos. En dicho encuentro participaron Pablo Grasso (Río Gallegos), Darío Menna (Río Turbio), Aldo Aravena (28 de Noviembre), Claudio Radonich (Punta Arenas) y Ana Mayorga Bahamonde (Puerto Natales).
En el marco de tal encuentro, enfatizaron la importancia de extender los horarios de atención en los pasos fronterizos y simplificar los trámites migratorios para facilitar la circulación de personas y bienes entre ambas naciones, gestiones importantes toda vez que solo en el Paso Integración Austral se espera un 30% de incremento en el flujofronterizo para este 2025.
Conflicto en Primera Angostura
No solo los turistas pasaron malos ratos en esta jornada, siendo que la noche del pasado sábado 1 de marzo, se tuvo conocimiento de un tenso ambiente en el cruce de Primera Angostura, donde debido a la frustración de los conductores y trabajadores por la exclusión de camiones se generó un enfrentamiento con los encargados del acceso a la barcaza.
Según comentaron algunos conductores, tuvieron que esperar más de siete horas, apróximadamente desde las 2 de la tarde puesto que se priorizaba el paso de automóviles particulares.
En tal sentido, la molestia de los conductores se agudizaba considerando la situación como una injusticia ya que “mientras los autos particulares pasaban sin problemas los camiones, necesarios para el abastecimiento y la actividad laboral, no los dejaban pasar”.
“Lo único que quieren es que suban los autos, los que se van de vacaciones. Los trabajadores estamos tirados como perros aquí”, comentó uno de los trabajadores presentes en el lugar según reseñaron en las redes sociales.