El 2025 marca un hito de gran trascendencia en la historia de Magallanes: el 150º aniversario de la llegada de la misión salesiana a esta región del extremo sur del mundo. Este aniversario no solo invita a la celebración, sino también a la reflexión sobre el impacto profundo y duradero que esta misión ha tenido en la construcción de nuestra sociedad, enraizando valores de fe, solidaridad y compromiso con los más vulnerables.
La misión salesiana, inspirada en la obra de San Juan Bosco, nació con una premisa clara: proporcionar educación y esperanza a los jóvenes más desfavorecidos. En Magallanes, esta visión se tradujo en un arduo trabajo que ha transformado comunidades enteras. Desde la fundación de escuelas y talleres que ofrecían formación técnica y humana, hasta la creación de espacios de encuentro espiritual, los salesianos trajeron consigo una revolución social en una época de grandes desafíos.
En los inicios de su labor en Magallanes, los salesianos enfrentaron un entorno hostil y poco desarrollado. A través de su entrega y dedicación, lograron tender puentes entre las diversas comunidades de la región, incluidas las poblaciones indígenas que muchas veces vivieron al margen del desarrollo. Su papel no solo fue evangelizador, sino también integrador y defensor de los derechos humanos.
La creación del Instituto Don Bosco y otras instituciones educativas emblemáticas en la región simbolizan este legado. Estas instituciones no solo fueron centros de aprendizaje académico, sino también forjadores de valores como la justicia, la responsabilidad y la empatía. Generaciones de magallánicos han pasado por sus aulas, llevando consigo no solo conocimiento, sino un compromiso con el desarrollo de su comunidad.
La historia de la misión salesiana no ha estado exenta de desafíos. Han tenido que adaptarse a las adversidades climáticas extremas, los cambios sociales y culturales y, más recientemente, a las dinámicas de un mundo cada vez más digitalizado. Sin embargo, su capacidad de resiliencia ha sido ejemplar. Han sabido combinar sus raíces tradicionales con métodos innovadores para seguir siendo relevantes y efectivos en su labor.
Celebrar 150 años no es solo un ejercicio de memoria histórica, sino una oportunidad para preguntarnos: ¿cómo podemos continuar y fortalecer este legado? En un mundo marcado por la desigualdad y los conflictos, los valores salesianos de amor al prójimo, respeto mutuo y trabajo en comunidad son más relevantes que nunca.
Es imperativo que, como sociedad, reconozcamos la importancia de este aniversario y apoyemos las iniciativas salesianas para las generaciones futuras.
Hoy, más que nunca, los ideales de San Juan Bosco nos invitan a construir un mundo más solidario y humano, recordándonos que la educación y la fe son herramientas poderosas para la transformación social. ¡Felices 150 años, misión salesiana de Magallanes! Que este aniversario sea un faro de esperanza y guía para los próximos siglos.