Las oportunidades y limitaciones del turismo regional quedan de manifiesto en el balance que ayer hizo la gerenta de la Cámara de Turismo de Última Esperanza, Adriana Aguilar.
“A fines de abril finaliza la alta temporada turística con una ‘percepción’ bastante positiva del avance en la recuperación del turismo en la Región de Magallanes”.
Y es que, ante la falta de datos actualizados, dice, “por ahora, no hay análisis de la temporada, pero si miramos las cifras del 2019 y se comparan con los escasos datos del 2024 se puede decir que la visita al Parque Nacional Torres del Paine ha crecido en un 20% aproximadamente en los últimos 5 años”, destacó.
En esencia, las cosas están mejorando, pero dentro de un espacio limitado. “Mientras las microempresas del sector turismo avanzan con los compromisos financieros adquiridos en pandemia: la promoción y el apoyo empresarial dependen de la asignación presupuestaria del sector público”, expresó.
Lo que viene
Pero si el balance del verano es alentador, los meses que vienen, tras el término de la temporada alta, no lo son tanto, reconoce.
“La gran preocupación sigue siendo los meses de baja temporada, ya que pese a todos los esfuerzos si se compara los meses de invierno del 2019 con el mismo periodo del 2024 el turismo muestra una disminución del 19% en la llegada de visitantes al Parque Nacional Torres del Paine”, manifestó.
Promoción
En este sentido, destacó que parte del sector privado sigue invirtiendo en la temporada turística otoño invierno “realizando promoción con sus propios medios y respondiendo a las expectativas del mercado pese a que no se cuenta con una coordinación público-privada que garantice la operación turística de estas estaciones”.
Pero esa es la realidad de las empresas más sólidas. Para otras, el escenario que viene se vive de una forma muy diferente.
“Por falta de demanda turística, otra parte del sector finaliza la temporada con el cierre parcial de sus servicios a fines del mes de abril para retomar en septiembre y octubre del 2025”, señaló.