Un interesante trabajo estadístico realizó la Universidad de Magallanes respecto de la comunidad paraguaya que reside en Punta Arenas, el que permitió levantar información clave sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan en su proceso de inserción en el territorio austral, develando la superación de brechas en el acceso a la salud y signos discriminatorios por uso del idioma nativo guaraní.
Este primer diagnóstico, se aplicó a 15 migrantes: 13 mujeres y 2 varones. Fue expuesto al embajador de dicho país en Chile, Antonio Rivas, al reunirse con el rector de la UMAG, José Maripani; la jefa (s) de la carrera de Enfermería, Viviana Mañao; y las estudiantes de la carrera Constanza Cárdenas y Valentina Opazo, quienes participaron en el desarrollo del estudio.
Lo más llamativo para las universitarias fue las dificultades con el idioma, que resulta fundamental para adaptarse en Magallanes, en un ambiente que es desconocido para migrantes. En ese sentido, también agregaron que hay muchos temas que mejorar en torno a salud y su adaptación en la zona más austral del país.
Para el embajador paraguayo en Chile, Antonio Rivas, este estudio realizado por los estudiantes “ha sido una visita exploratoria que busca acercar a los académicos de Magallanes y del Paraguay frente a desafíos globales como el cambio climático, pero también locales como la migración”.
Las conclusiones del estudio están concentrados en “Proceso Migratorio de la comunidad de inmigrantes de Paraguay: Perspectiva de Discriminación y Calidad de los Servicios de Salud, una Realidad en la ciudad de Punta Arenas”, que fue realizado por los estudiantes y académicos de la carrera de Enfermería de la UMAG, y que será material de análisis en el aula.