El Liceo Industrial Armando Quezada Acharán de Punta Arenas, está celebrando su aniversario 85 de vida institucional y al servicio educativo de la formación de jóvenes en el área técnico profesional en sus especialidades: Electricidad, Telecomunicaciones, Mecánica automotriz, Mecánica industrial, Construcciones metálicas, Instalaciones sanitarias y Construcción. 

Esta nueva celebración, el establecimiento lo hace en un resurgir con un crecimiento en matrículas y transformación, todo bajo la dirección de su actual director, José Raúl Alvarado, quien asumió hace un año y medio, por expresa petición del exdirector ejecutivo del SLEP Magallanes, Mario García.

“Creo que puedo señalar de que la comunidad educativa está satisfecha. Creo que está contenta. Y por supuesto eso también me alegra muchísimo y me sigue motivando en lo que estoy haciendo”, asienta en tono de conformidad.

Y es que esto no es menor, cuenta que asumió en marzo del año pasado con una matrícula con 285 estudiantes. Con su llegada, el establecimiento vio un incremento de 135 nuevas matrículas. Aunque las expectativas son aún mayores.

“El día de hoy estamos sobre los 400 estudiantes. Esperamos terminar con una cifra superior a la del año pasado y el colegio tiene proyectado una matrícula de 460 alumnos para el 2026”, agregó. Esto se debe a que este año se implementó un primero año medio más, y se espera que sea progresivo, considerando que en la actualidad, hay tres cursos de segundo año medio,  tres terceros y  tres cuartos.

Infraestructura

Se ha implementado un proceso de recuperación de lugares que se encontraban abandonados por más de 40 años, como es el sector de la calle Chiloé. Pero, que no cuenta con calefacción, y es una tarea pendiente.

“Al día hoy estamos funcionando con equipos que se llaman calentadores a gas, que no es lo idóneo, que no es lo recomendable. Ganamos unos par de proyectos a través del servicio SLEP y, por supuesto, que creo que de aquí a fin de año tendríamos calefacción central en todo ese sector, que se ha readecuado, que se está trabajando, hay sala de construcciones metálicas y hay dependencias donde trabaja el equipo de asistencialidad social del colegio”, señaló.

Otro espacio que también ha sido recuperado con creces es el gimnasio con la instalación de caldera, que se logró instalar todo el sistema de agua fría o agua caliente y que antes no existió.

“Estamos esperando, lo único que nos queda, la instalación la tenemos lista, nos faltan los calefactores, los radiadores, porque los que habían tuvimos que sacarlos, los que estaban inutilizados y había una fuga subterránea, por lo tanto se tuvo que hacer todo el tendido de nuevo y en eso estamos, viene la licitación, creo que de vuelta a vacaciones tendríamos que tener al fin después de tantos años de nuevo agua caliente y agua fría para los chiquillos de los camarines”, agregó.

Por último, se hará una refacción del salón de eventos del recinto educativo, con la instalación de cerca de 300 butacas que fueron donadas por el excine Pavilion, para transformarlo en un salón de eventos para la comunidad.

Convivencia escolar

La convivencia escolar ha sido uno de los focos principales de la gestión actual, con resultados positivos. En ese sentido, Alvarado definió que el clima dentro del colegio es “muy bueno”, sin registros de conflictos, riñas o agresiones. Atribuye este éxito al trabajo coordinado de los equipos de gestión, inspectores, la coordinadora de convivencia escolar, la dupla psicosocial y el programa de integración escolar.

“Hemos logrado tener, muy buen clima de convivencia, muy buenas relaciones humanas de los alumnos y es algo que voy a decir, hay un reconocimiento de parte del alumnado hacia la gestión del colegio. Se sienten cómodos, se sienten tranquilos, se sienten agradecidos”, dijo.

Aprender-haciendo

Un aspecto central y motivo de orgullo es la educación técnico-profesional. Alvarado explicó que esta práctica se aplica en los talleres, donde los alumnos participan activamente en proyectos de mejora para el propio liceo. Un ejemplo reciente fue la instalación de 200 equipos de iluminación, un trabajo realizado por los estudiantes de electricidad. 

“Mis chiquillos están practicando y eso tiene que entenderlo mucha gente de la comunidad que de repente opina y dice cosas para enlodar algo que se está haciendo con otros fines, por supuesto, que lo hacen de esa forma. Pero yo tengo que destacar, que ellos la manera de aprender es esa”, destacó.

Esto no solo refuerza sus conocimientos prácticos, sino que también fomenta algo muy importante para la dirección del establecimiento, que se resume en  la responsabilidad.