El Presidente Gabriel Boric presentó su última Cuenta Pública ante el Congreso Nacional, destacando avances y desafíos en materia económica. Sin embargo, el discurso ha generado críticas desde diversos sectores, especialmente del mundo privado, que lo califican como “más político que resolutivo”.
Uno de los puntos más cuestionados ha sido la desconexión entre los anuncios y la realidad económica del país. Mientras el gobierno afirma haber estabilizado la economía y reducido la inflación de un peak de 14,1% a 4,5%, expertos advierten que la falta de inversión y la incertidumbre regulatoria siguen frenando el crecimiento. La llamada “permisología” ha sido identificada como un obstáculo para la tramitación de proyectos estratégicos, afectando la confianza del sector privado.
Además, algunos datos entregados en el discurso han sido objeto de debate. Por ejemplo, el Presidente destacó la recuperación del diálogo social y la implementación de la Estrategia Nacional del Litio, pero críticos señalan que estas medidas aún no han generado el impacto esperado en la economía. La ausencia de una hoja de ruta clara para estimular la inversión ha sido otro punto de preocupación.
Otro aspecto que ha generado controversia es la proyección de crecimiento económico. La OCDE mantiene su estimación de un crecimiento del 2,4% para Chile en 2025, pero advierte que la falta de reformas estructurales y la incertidumbre política podrían afectar la recuperación.
Asimismo, se han detectado imprecisiones en algunos datos entregados. Por ejemplo, el gobierno afirmó que la inversión privada ha alcanzado montos récord, pero expertos han señalado que la inversión extranjera directa ha caído un 12% en el último año. También se mencionó que la reforma previsional generará mejores condiciones de ahorro, pero aún no ha sido aprobada en el Congreso, lo que genera dudas sobre su impacto real.
En definitiva, la Cuenta Pública 2025 deja más preguntas que respuestas en el ámbito económico. Si bien se han logrado avances en ciertos aspectos, la falta de medidas estructurales y la incertidumbre política continúan siendo un desafío para el desarrollo del país. ¿Será suficiente el último año de gobierno para revertir esta situación? El tiempo lo dirá.