El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Punta Arenas dictó sentencia contra un sujeto cuya identidad se mantiene en estricta reserva para proteger la intimidad y seguridad de la víctima. El sujeto fue declarado culpable de dos graves delitos de abuso sexual, y deberá enfrentar penas que suman años de vigilancia y restricción, en un caso que resalta la vulnerabilidad de las víctimas cuando la agresión proviene de un entorno de confianza.

Hace apenas unos días, el tribunal encontró al acusado culpable de un delito de abuso sexual con contacto corporal, por el cual fue condenado a tres años y un día de cárcel. A esto se suma una pena de 540 días por un delito de abuso sexual sin contacto corporal. Estas condenas reflejan la seriedad con la que la justicia aborda los crímenes de índole sexual, especialmente cuando se cometen aprovechándose de relaciones cercanas.

La fiscal Wendoline Acuña se refirió a la sentencia, destacando la naturaleza de los hechos: “El tribunal oral nos dio a conocer un veredicto de condena, y la pena que deberá cumplir un sujeto, que durante los años 2012 al 2016 atacaba sexualmente a la hermana de su mejor amigo”. La fiscal subrayó la insidiosa forma con la que el agresor operó, valiéndose de la cercanía con la familia de la víctima. “El imputado tenía la confianza necesaria, tanto por su amigo y sus padres, que le permitían el acceso fácil al inmueble, quedándose a solas con la niña, propinando así las agresiones sexuales”. Este factor de confianza es crucial en este tipo de delitos, ya que dificulta la detección y denuncia temprana por parte de las víctimas.

A pesar de las penas de cárcel, el tribunal determinó que el condenado cumplirá su sentencia bajo el régimen de libertad vigilada intensiva. Esta modalidad implica un estricto control y seguimiento por parte de Gendarmería, con el fin de asegurar el cumplimiento de las condiciones impuestas y la reinserción social del individuo, minimizando riesgos para la comunidad. La decisión considera factores como el perfil del condenado y la naturaleza de los delitos, buscando un equilibrio entre la punición y la prevención de futuras ofensas.