En su última Cuenta Pública como Presidente, Gabriel Boric defendió el proyecto que busca la interrupción voluntaria del embarazo.
“Hemos ingresado el proyecto de ley que termina con la ilegalidad del aborto. Por demasiado tiempo se ha tratado a mujeres que abortan como criminales. Son miles de mujeres al año, aunque no las quieren ver”, afirmó el mandatario.
Desde 2017 sólo se permite la interrupción del embarazo por tres causales: peligro para la vida de la mujer, inviabilidad fetal de carácter letal, y embarazo por violación.
El nuevo proyecto de ley de Ejecutivo permitiría despenalizar el aborto hasta las 14 semanas de embarazo.
El obispo de Magallanes, Óscar Blanco, fijó su posición en el tema y manifestó que “quienes están a favor del aborto se empeñan en vender la oposición al aborto como una cuestión de fe. No cabe duda de que un cristiano debería estar en contra de una ley de aborto, pero es falso que para estar en contra del aborto se tenga que ser creyente”.
El salesiano dejó en claro que los parlamentarios deben buscar la mejor solución para hacer frente a esta situación con mejores políticas de salud pública: “Ha llegado la hora de que los señores parlamentarios se ‘mojen’ y escojan sus fichas, declarándose abiertamente pro-vida o pro-aborto. Si no lo hacen, al menos apuesten por políticas públicas de mal menor. Su tarea es buscar la mejor solución posible a los problemas que realmente le interesan a la gente, legislando para todos y no para un grupo o intereses subjetivos en desmedro del valor sagrado de la vida”.
“Sin sentido”
En ese mismo sentido, el pastor evangélico David Paillán dejó en claro que de acuerdo a su cosmovisión cristiana están obligados a defender la vida, “abortar es eliminar, abortar es privar la vida de alguien que está por nacer por cualquier causal”.
Paillán fue enfático en señalar que el proyecto presentado por el Ejecutivo “no tiene sentido legal, no tiene sentido legislativo, no tiene sentido moral, no tiene sentido de dignidad humana, ni mucho menos de derecho. Nuestra opinión es radical”.