Por casi toda una vida el director de la Corporación Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur, Asterio Andrade, ha estado ligado a esta importante institución en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Él ha visto cómo una visión de magallánicos se convirtió en una de las obras más significativas de la región.
Andrade la tiene clara, y es que todas las comunas de Magallanes cuenten con un Centro de Rehabilitación. Por ahora, Puerto Williams es la única ciudad de la región que no cuenta con este importante apoyo.
Asterio recuerda los primeros pasos del Centro de Rehabilitación y el importante beneficio que entregan a miles de magallánicos.
- ¿Cómo recuerda los inicios del Centro de Rehabilitación?
“Los inicios del Centro de Rehabilitación son un recuerdo lleno de esfuerzo, visión y, sobre todo, una profunda necesidad de la comunidad. Recuerdo que surgió de la iniciativa de un grupo de leones visionarios y ciudadanos comprometidos que vieron la urgencia de contar con un espacio especializado para la rehabilitación en nuestra región. No fue fácil, los primeros pasos estuvieron marcados por la búsqueda incansable de recursos, la gestión de voluntades y la convicción de que podíamos transformar la realidad de muchas familias. Fue un acto de fe y solidaridad que, con el tiempo, se consolidó en lo que hoy es nuestra Corporación de Rehabilitación, Club de Leones Cruz del Sur”.
- ¿Qué tan importante es el Centro de Rehabilitación para los magallánicos?
“Los centros de rehabilitación son fundamentales para los magallánicos. No son sólo edificios; son un pilar de esperanza y un espacio vital donde miles de personas, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, encuentran la oportunidad de recuperar su autonomía y mejorar su calidad de vida. Para muchas familias, somos el único lugar donde pueden acceder a terapias especializadas y a un acompañamiento integral sin tener que trasladarse a otras regiones, lo que implica un ahorro significativo de tiempo, dinero y desgaste emocional. Representamos inclusión, oportunidad y un compromiso social profundo con nuestra comunidad”.
- ¿Qué significa tener acreditación por 3 años más?
“Alcanzar esta nueva acreditación es un tremendo orgullo, es la validación de la labor de los casi 200 trabajadores de los centros de rehabilitación. Significa que hemos cumplido con los más altos estándares de calidad y seguridad a nivel internacional, lo que se traduce directamente en una mejor atención para nuestros usuarios. Esta acreditación nos dice que estamos haciendo las cosas bien, que nuestros procesos son efectivos, que nuestro personal está altamente calificado y que estamos en constante búsqueda de la excelencia. Es un sello de confianza que reafirma nuestro compromiso con la comunidad magallánica y nos impulsa a seguir mejorando cada día”.
- ¿Eso da cuenta de la gran labor que ustedes realizan?
“Absolutamente. Esta acreditación, sumada al testimonio diario de nuestros usuarios y sus familias, da cuenta de nuestro trabajo. Cada terapia, cada sonrisa, cada pequeño avance de nuestros pacientes es el reflejo del esfuerzo, la dedicación y la pasión de un equipo multidisciplinario excepcional. No sólo rehabilitamos funciones físicas o cognitivas; también brindamos apoyo emocional, integramos a las familias y promovemos la inclusión social. Es un trabajo integral que va más allá de lo clínico y que busca empoderar a cada persona para que alcance su máximo potencial”.
- ¿Qué tan satisfactorio es mejorar la calidad de vida de cientos de personas que acuden a los Centros de Rehabilitación?
“Es la mayor recompensa que podemos tener. Es el motor que nos impulsa cada mañana. Ver a un niño dar sus primeros pasos, a un joven recuperar su autonomía, o a un adulto volver a integrarse a su vida cotidiana, es algo invaluable. Cada historia de superación nos llena de energía y nos recuerda el propósito profundo de nuestra misión. Saber que estamos marcando una diferencia real en la vida de las personas y sus familias es lo que le da sentido a todo nuestro esfuerzo”.
- ¿Qué tan importante es que las cuatro capitales provinciales de Magallanes cuenten con un centro de rehabilitación?
“Es de vital importancia. Nuestra región es extensa y dispersa geográficamente. Centralizar los servicios en Punta Arenas crea barreras significativas para quienes viven en Puerto Natales, Porvenir o Puerto Williams. Tener centros en cada capital provincial garantiza el acceso equitativo a la rehabilitación, reduce los costos y el desgaste de los traslados para las familias, y permite una atención más oportuna y cercana a la realidad de cada comunidad. Es un paso crucial hacia una verdadera equidad en salud para todos los magallánicos”.
- ¿Por qué ha sido tan difícil conseguir un oferente para la construcción del Centro de Rehabilitación en Puerto Williams?
“Por varias razones. La primera es la ubicación geográfica y las condiciones climáticas extremas, que encarecen considerablemente los costos de construcción y logística. El transporte de materiales y personal especializado es un desafío importante. Pero seguimos trabajando incansablemente para que el anhelo de un Centro de Rehabilitación en Cabo de Hornos sea una realidad, porque estamos convencidos de que el trabajo unido entre el sector público y privado permite potenciar lo mejor de ambos sectores, en pos de mejorar la vida de las personas en el territorio”.
“Finalmente quiero hacer presente que esta obra del Club de Leones es única en el continente en cuanto a su magnitud e impacto social, nada de esto sería posible si no contáramos con el compromiso de la comunidad, del empresariado y del Gobierno Regional como de los gobiernos locales. Esta organización es una muestra que la sociedad organizada puede dar respuestas a sus requerimientos en la medida que existan instituciones sociales como el Club de Leones “Cruz del Sur, que ha sido muestra de trabajo, esfuerzo y buen manejo de los recursos tanto públicos como privados, como también contar con trabajadores comprometidos con su labor. Sólo resta agradecer a todos los magallánicos por haber confiado en nosotros”, resaltó finalmente Asterio Andrade.