El Gobierno sufrió un revés esta semana luego de que la Cuarta Subcomisión Mixta de Presupuestos rechazara la partida destinada a los Gobiernos Regionales, dejando su futuro en manos de la Comisión Mixta, donde deberá ser corregida.
La decisión encendió alertas en regiones como Magallanes, que teme un nuevo recorte en el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), pese a los compromisos del Ejecutivo con la descentralización y el fortalecimiento de los gobiernos locales.
Durante las sesiones, en las que participaron los 16 gobernadores del país, se coincidió en que las regiones enfrentan falta de recursos y trabas administrativas que impiden ejecutar proyectos con agilidad. Uno de los principales problemas señalados fue la demora de la Dipres y la Contraloría en la aprobación de iniciativas regionales, lo que retrasa obras clave y afecta directamente a las comunidades.
Otro punto crítico fue el “neteo” presupuestario: aumentos aparentes de fondos regionales que son compensados con reducciones en otras áreas, dejando sin efecto el crecimiento real del presupuesto. Gobernadores denunciaron que esta práctica contradice el discurso de descentralización, manteniendo el control financiero en manos del Ejecutivo.
En el caso de Magallanes, las demoras y recortes tienen un impacto mayor por las condiciones climáticas y la distancia del centro del país, que reducen los tiempos de ejecución y encarecen los proyectos.
El debate ahora pasa a la Comisión Mixta, donde se espera introducir indicaciones que garanticen mayor autonomía y recursos efectivos para las regiones, además de acortar los plazos administrativos que frenan el desarrollo territorial.