La Reserva de la Biósfera Torres del Paine dio un relevante paso en la conservación de especies al lanzar oficialmente el primer Protocolo de Avistamiento Responsable de Pumas para toda su área de distribución. Este instrumento pionero busca regular el creciente turismo de observación de pumas y promover una práctica segura tanto para los felinos (Puma concolor) como para las personas.
Torres del Paine se ha consolidado como el principal destino del mundo para el avistamiento de pumas en su hábitat natural. Sin embargo, el crecimiento sostenido de esta actividad y la ausencia de regulaciones claras generaron la necesidad de establecer lineamientos para garantizar una convivencia armónica entre el turismo y la protección de la especie. Estudios previos mostraron que la presencia de pumas disminuye en zonas próximas a senderos y caminos de alta afluencia.
Conscientes de ello, la Ilustre Municipalidad de Torres del Paine, junto a Panthera, The Nature Conservancy, Torres del Paine Legacy Fund y Sernatur Magallanes, desarrollaron el protocolo durante los últimos dos años.
El documento es el resultado de un proceso participativo con más de personas, incluyendo guías, trackers, agencias de turismo y autoridades locales. Actualmente, el protocolo forma parte de la ordenanza municipal N°1 de Turismo de la Ilustre Municipalidad de Torres del Paine, actualizada en septiembre.
Además, el protocolo fue incluido como anexo en la actualización de la norma chilena NCh 3069 “Observación de Biodiversidad”, del Instituto Nacional de Normalización (INN), reforzando su carácter oficial.
Este protocolo es el primero de su tipo a nivel internacional para el avistamiento de pumas a lo largo de toda su distribución, convirtiendo a Torres del Paine en un referente mundial de turismo responsable y conservación de grandes felinos.