Una reciente denuncia viralizada en redes sociales ha expuesto una situación de alta tensión y conducta irregular en el Aeropuerto Internacional Presidente Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas. El incidente involucra a un conductor que ofrece servicios de transporte fuera de la concesión aeroportuaria.
El registro audiovisual muestra cómo un vehículo de taxi, que no pertenece al servicio oficial del aeropuerto, se encontraba estacionado en un área destinada y presuntamente reservada para los vehículos de la concesionaria. Esta zona es utilizada por las empresas que pagan una cuota mensual por el derecho a operar y estacionarse en la terminal aérea.
La controversia escaló rápidamente a un enfrentamiento físico y verbal. Según la publicación original que acompaña el video, el conductor del vehículo externo habría exhibido un comportamiento agresivo y amenazante hacia la persona que lo confrontaba.
La denuncia ciudadana señala que el taxista habría mostrado un objeto contundente (una manopla) y luego procedió a esconderla. Las imágenes capturan el momento en que el conductor realiza gestos desafiantes al ser confrontado, buscando evadir la documentación de su rostro y su vehículo.
La denuncia ciudadana subraya que, aunque la presencia de taxistas externos es común debido a la baja oferta de taxis oficiales, el problema real se centra en la actitud de ciertos individuos. La publicación indica que estos sujetos son “prepotentes y peligrosos” y, además, aprovechan la situación para cobrar tarifas considerablemente excesivas a los turistas que llegan a la región.
Este altercado reaviva la discusión sobre la necesidad urgente de aumentar la fiscalización y el control dentro de las dependencias del aeropuerto. Las autoridades pertinentes deben garantizar no solo el cumplimiento de las normativas de estacionamiento y uso de espacios, sino también la seguridad de los pasajeros y la transparencia en los precios del servicio de transporte.