La tensión entre Washington y Caracas alcanzó un nuevo punto crítico este jueves 18 de diciembre de 2025. Según registros de plataformas de seguimiento aéreo como FlightRadar24, cinco aeronaves militares de última generación pertenecientes a la Marina de los Estados Unidos realizaron sobrevuelos prolongados frente a las costas de la capital venezolana, operando en espacio aéreo internacional pero en las cercanías de aguas territoriales.
El despliegue, que forma parte de una escalada militar sin precedentes en el Caribe, incluyó unidades especializadas en combate y anulación de defensas:
3 Boeing F/A-18E Super Hornet: Cazabombarderos multifunción capaces de realizar misiones de superioridad aérea y ataques a tierra.
2 Boeing EA-18G Growler: Versiones especializadas en guerra electrónica, diseñadas para interferir comunicaciones y "cegar" radares enemigos.
Este movimiento aéreo se produce apenas 24 horas después de que el Comando Sur de EE.UU. confirmara un nuevo ataque letal en el Océano Pacífico oriental. Una presunta narcolancha fue interceptada y destruida, dejando un saldo de cuatro personas fallecidas.
Con esta acción, las cifras de la administración Trump revelan una ofensiva agresiva bajo el argumento de seguridad nacional:
Total de ataques conocidos: 26 embarcaciones destruidas desde septiembre de 2025.
Saldo total de víctimas: Al menos 99 muertos en operaciones antinarcóticos.
Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump redobló su retórica beligerante, afirmando que no requiere autorización del Congreso para atacar objetivos vinculados al narcotráfico, incluso si estos se encuentran en territorio soberano de Venezuela.
“No me importaría contárselo (al Congreso), pero no es para tanto. No tengo por qué decírselo, ya está comprobado”, declaró Trump, calificando la situación como un “conflicto armado” contra los cárteles.
El mandatario advirtió que Estados Unidos pronto iniciará ataques sobre "objetivos terrestres" en el país caribeño. Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro ha calificado estas acciones como una violación a la soberanía y anunció que la Armada venezolana escoltará a buques petroleros ante el "bloqueo" naval sugerido por Washington.
El despliegue de los Growlers es interpretado por analistas militares como un paso previo a posibles incursiones, ya que su función principal es suprimir las defensas antiaéreas de un país antes de un bombardeo. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación lo que la administración estadounidense ya denomina internamente como una operación de "limpieza" contra el narcoterrorismo en la región.