La Región de Magallanes ha puesto en marcha su plan de contingencia más ambicioso para la temporada de incendios forestales 2025-2026. Con un presupuesto que duplica los recursos nacionales asignados anteriormente, las autoridades buscan blindar el patrimonio natural de la zona ante las condiciones climáticas del verano patagónico.

El despliegue no solo apuesta por la cantidad de combatientes, sino por una velocidad de respuesta inédita: gracias a la ubicación estratégica de los recursos aéreos, el traslado hacia sectores críticos de Tierra del Fuego se ha reducido a solo 15 minutos, un factor que los expertos consideran vital para evitar que un foco inicial se transforme en un incendio de magnitud.

Ejes estratégicos del plan de combate

El despliegue técnico para este periodo estival se sustenta en tres pilares fundamentales:

• Poder Aéreo y Terrestre: Operan 12 brigadas especializadas y dos helicópteros de base permanente, lo que garantiza autonomía y rapidez sin depender de traslados desde el norte del país.

• Red de Abastecimiento Hídrico: Se consolidó una red de 23 piscinas estratégicas con capacidades de entre 40 mil y 100 mil litros de agua, permitiendo una recarga rápida tanto para aeronaves como para camiones cisterna en zonas donde el acceso al agua es limitado.

• Patrullaje Preventivo: Se realizarán vuelos constantes sobre sectores de alta afluencia de campistas y turistas, con especial foco en Agua Fresca y San Gregorio, para detectar columnas de humo de manera temprana.

Prevención: La clave es la comunidad

A pesar del robusto despliegue técnico, desde la Corporación Nacional Forestal (CONAF) enfatizan que la herramienta más efectiva sigue siendo la prevención ciudadana.

“Ante la presencia de cualquier columna de humo, el aviso inmediato al fono 130 de CONAF puede marcar la diferencia entre un foco controlado y un desastre ecológico”, señalaron las autoridades regionales.

El llamado es a extremar las precauciones con el uso de fuego en zonas rurales, recordándoles a turistas y residentes que la geografía y los fuertes vientos de Magallanes pueden propagar un incendio a gran velocidad en cuestión de segundos.

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