Las vacaciones de verano ya se viven con energía en la capital regional. Esta semana marcaron su inicio oficial "Las Colonias", la tradicional iniciativa de inspiración salesiana que busca entregar entretención, valores y cuidados a niños y niñas de la zona durante el receso escolar.

El programa, que recibe a menores de entre 5 y 12 años, destaca por su enfoque integral. Según explicó Erwin Velázquez, monitor de la actividad, las jornadas están diseñadas para equilibrar lo formativo con lo lúdico, ofreciendo una alternativa real para las familias que trabajan durante estas fechas.

Calendario de funcionamiento por fiestas

Para que los padres puedan organizarse, las Colonias han fijado un calendario especial por las celebraciones de fin de año:

• Hasta el martes 31 de diciembre: Actividades normales hasta el mediodía.

• Miércoles 1 y jueves 2 de enero: Receso por feriado de Año Nuevo.

• Viernes 2 de enero: Retorno oficial de las actividades.

• Desde el lunes 5 de enero: Horario normal de lunes a viernes.

El horario de asistencia es de 10:30 a 18:00 horas, permitiendo que los participantes pasen gran parte del día inmersos en un ambiente de sana convivencia.

Talleres: De la cocina a la disciplina militar

Lo que hace especial a estas colonias es la diversidad de sus temáticas. El día se divide en dos bloques principales:

1. Bloque Mañana: Se trabaja la dimensión espiritual mediante temas de catequesis y formación en valores, sello característico de la obra de Don Bosco.

2. Bloque Tarde: Es el turno de la acción con talleres de deporte, artes y culinaria, donde los niños aprenden recetas básicas y desarrollan sus habilidades manuales.

Además, Velázquez destacó las visitas especiales que enriquecen la experiencia: "Contamos con presentaciones de las Fuerzas Armadas, quienes comparten con los niños y les explican en qué consiste su labor de servicio al país", señaló el monitor, destacando que estas interacciones generan gran entusiasmo entre los asistentes.

Un espacio de confianza

Las Colonias no solo son un lugar de juegos, sino un entorno de protección donde se fomenta el trabajo en equipo y el respeto mutuo. Para muchos niños de Punta Arenas, esta instancia representa la oportunidad de hacer nuevos amigos y aprender destrezas que no se ven en el aula tradicional, todo bajo la supervisión de monitores capacitados.