Según los antecedentes expuestos por la fiscal Rina Blanco, los hechos se registraron durante el mes de abril del año 2016, mientras se celebraba un cumpleaños. En esas circunstancias, asistió la víctima, un menor de 13 años, quien fue acompañado por familiares, y donde también asistió la imputada de iniciales P.A.C., quien se acercó a su sobrino (la víctima), procediendo a ejecutar actos de connotación sexual, dándole besos en la boca y tocarle sus partes íntimas. Esta situación provocó miedo y rechazo por el niño, quien se levantó del lugar y se retiró.

Según lo señalado ayer en la audiencia por la representante del Ministerio Público, la acción de la imputada fue observada por la abuela del menor, quien encaró a la mujer por su acción.

Con estos antecedentes, a la imputada se le formalizó por el delito de abuso sexual, en calidad de autora.

A pesar de estos argumentos, el abogado defensor José Miguel Navarrete, argumentó que su representada niega los hechos, señalando que la imputada no ha visto al niño desde hace 8 años atrás.

La fiscal solicitó la medida cautelar de la prohibición de acercarse a la víctima en cualquier lugar donde se encuentre, a lo que accedió el juez Pablo Miño, fijando el plazo para el cierre de la investigación en tres meses.