Un trágico saldo de 21 corderos muertos y seis heridos de
tal gravedad que hubo que sacrificarlos, dejó una serie de ataques perpetrados
por un “perro asilvestrado” en un predio cercano a la localidad fueguina de
Cerro Sombrero.
De acuerdo con los antecedentes entregados a este medio, se ha detectado la presencia de un perro de raza Labrador, cuya guarida se encontraría en terrenos de un campo de propiedad del Regimiento “Caupolicán” y que quedó abandonado por sus amos, hace ya un tiempo, en un sector periférico de Porvenir.
Desde allí, el can habría sido recogido y vuelto a abandonar en las inmediaciones de la estancia “Caupolicán”, de propiedad del ganadero Osvaldo Tafra, colindante con terrenos de propiedad del regimiento homónimo, que tiene su centro principal en Porvenir y algunas instalaciones menores en las inmediaciones del llamado Cruce Manantiales, cerca de donde se encuentra el Pozo Uno de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap).
El perro se “asilvestró” e inició sus correrías, primando su instinto, obviamente; penetró a un campo de veranada y atacó “así como jugando” a un piño que pastoreaba allí y dio muerte a dentelladas a 21 corderos y causó heridas de tal gravedad a otros seis, que a éstos último hubo que sacrificarlos.
El afectado por la acción del perro “asilvestrado” denunció el hecho a Carabineros de Cerro Sombrero y estos antecedentes obran en poder de la Fiscalía de Tierra del Fuego, la cual podrá iniciar una investigación por daños, dado que la oveja u otro ganado es considerado un elemento importante del proceso productivo ganadero.
Otros hechos
Una veintena de propietarios de predios cercanos a la capital fueguina han venido siendo afectados por las acciones depredadoras de manadas de “perros asilvestrados” que no pueden ser, oficialmente cazados porque existe una prohibición administrativa que así lo establece y que, levantada temporalmente, volvió a implantarse por parte de las autoridades.
Sin embargo, las cuantiosas pérdidas que, por muerte de ovejas y corderos, fundamentalmente, han venido causando a razón de un promedio que incluso podría llegar a los mil ovinos por año, han generado la molestia e inquietud de los ganaderos afectados, que se sienten cansados de formular denuncias.