El Trastorno Afectivo Emocional (TAE) o depresión invernal es uno de los principales efectos y sus síntomas incluyen sentimiento de tristeza, pérdida de energía y trastornos del sueño. Ayer en la mañana se confirmó la decisión del gobierno de retrasar la puesta en marcha del horario de invierno, por lo que en lugar de atrasar el reloj en una hora el sábado 12 de marzo, la modificación se realizará el sábado 2 de abril. La decisión se toma en medio de la sequía que vive el país y se suma a la reducción del voltaje eléctrico y el ahorro de agua en los embalses de hidroeléctricas.
Pero, más allá de la fecha de inicio del denominado “horario de invierno” en Chile, ¿qué implicancias tienen para la cotidianeidad del ciudadano común y corriente? En Magallanes, así como la mayor cantidad de luz, durante el verano, provoca trastornos en el sueño, lo mismo sucede cuando hay menos luz de día, esto es, durante los meses de otoño e invierno.
TAE
Se trata del Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que generalmente va unido a episodios de depresión.
El TAE o depresión invernal es un trastorno emocional cíclico que ocurre durante la estación de invierno, causado por la insuficiencia de luz solar, según se señala en sitios en internet sobre el tema.
“Este padecimiento es más común en los lugares de mayor latitud, donde persisten los inviernos prolongados y que tienen pocas horas con luz diurna. El principal síntoma que presenta es la depresión mayor, en cuya transición existe el riesgo del suicidio. Su origen puede estar relacionado con la regulación de la temperatura del cuerpo y el cambio hormonal, derivado del estímulo de la glándula pineal y la consecuente variación de melatonina”.
Según el sitio web www.sabemosvivir.com, “los síntomas pueden incluir sentimientos de tristeza, pérdida de la energía y trastornos del sueño. Los síntomas suelen mejorar cuando los días comienzan a hacerse más largos y aumenta por consecuencia la duración a la exposición de luz solar”.
Fototerapia
Un tratamiento común para este tipo de depresión es la terapia con luz, también denominada fototerapia o terapia lumínica, que consiste en la exposición a la luz intensa bajo ciertas condiciones específicas.
Los investigadores concluyen que cuando la luz entra en los ojos, no sólo estimula el área cerebral que regula su reloj biológico, sino que inicia una serie de efectos positivos. Los estudios han demostrado que los niveles en sangre de una hormona denominada melatonina se reducen cuando los ojos se exponen a la luz brillante. La melatonina es producida en un área específica del cerebro durante épocas de oscuridad y ayuda a controlar el ritmo interno (circadiano) del cuerpo, como por ejemplo los niveles de temperatura, los patrones de sueño y la liberación de hormonas.
El sistema de administración más utilizado consiste en una caja que se coloca sobre una mesa o un escritorio. La caja contiene una serie de aparatos que emiten luz fluorescente en una pantalla de difusión. La pantalla ayuda a bloquear los rayos ultravioleta, que pueden provocar cataratas y problemas en la piel. El paciente debe sentarse cerca de la caja luminosa y mantener cerrado sus ojos. Dependiendo del momento del día en que se somete al paciente a la fototerapia, su reloj biológico interno se adelanta o se atrasa.
La fototerapia mejora los síntomas en tres de cada cuatro personas con TAE. Muchas veces las personas comienzan a sentirse mejor en tan sólo cuatro a cinco días. La mayoría sigue un horario consistente de fototerapia diaria, comenzando en el otoño o invierno en las latitudes del norte y continuando hasta la primavera, cuando la luz externa es suficiente para mantener un buen estado de ánimo y vitalidad. Si el tratamiento es interrumpido durante los meses de invierno o demasiado pronto, algunas personas sufren una recaída de sus síntomas.