La primera gran prueba electoral del año en Argentina, con las elecciones municipales en Buenos Aires, el alcalde y líder de la oposición, Mauricio Macri, se impuso ampliamente en la primera vuelta de los escrutinios celebrados ayer. El edil tendrá por tanto una posición favorable para el balotaje de segunda vuelta, que se desarrollará el 31 de julio. Esto se ha considerado una advertencia para la Presidenta Cristina Férnandez de Kirchner, quien espera su reelección a la cabeza del país dentro de tres meses.
La victoria era esperada, aunque los resultados sobrepasaron la expectativa. Con 47% de los sufragios revisados y cerca de 20 puntos de avance sobre el peronista Daniel Filmus, el actual alcalde de Buenos Aires prácticamente aseguró su reelección en segunda vuelta. Además, sus partidarios ganaron escaños legislativos locales de 15 distritos de la capital y dos puestos suplementarios en el consejo municipal.
“Estamos listos para la segunda vuelta”, declaró eufórico Macri ante el anuncio de resultados, manifestando que “hay lugar para una política diferente en Argentina, y creo que todos deben escuchar este mensaje”.
Este resultado es un traspié para la Presidenta Cristina Fernández, quien preveía posicionar a un peronista en la alcaldía de Buenos Aires por primera vez en la historia. Sin embargo, los votantes de la capital, segundo distrito del país, dijeron “no” al kirchnerismo, plebiscitando la gestión de Macri.
En quince días, Santa Fe, la tercera circunscripción de Argentina, podría responder de manera similar, llevando nuevamente la mayoría provincial al poder. Centroderecha en la capital, socialistas en Santa Fe: las diferencias ideológicas están de más y la oposición toma fuerza. A pesar de que la Mandataria argentina continúa a la cabeza de las encuestas para la presidencial que tendrá lugar en octubre, el escenario político mantiene en vilo al gobierno trasandino.