Jorge Sharp Galetovic: “Cuando me llamó el intendente me vino un apretón en el corazón”

General
28/07/2013 a las 12:30
Yo quiero agradecer las múltiples muestras de cariño, de gente que me ha llamado, que me ha escrito, que se ha puesto muy contenta por esta designación. Quiero hacer un llamado a los jóvenes a querer su ciudad, a ser los forjadores del futuro, porque nuestra región todavía tiene mucho que ofrecer. Sin embargo, se necesita trabajo, así como la inspiración es importante, también lo es la transpiración. No todo llega gratis. Hay que pelear por las cosas que queremos. En todas las actividades tenemos que hacer crecer a nuestra región”.
El enunciado es el pensamiento del Ciudadano Ilustre de Magallanes 2013, Jorge Ernesto Sharp Galetovic, de familia pionera e inmigrante, de artista de oficio y de profesional ingeniero.
“Aunque para ser artista de verdad, también se ha de ser profesional”, dejó correr la frase refrendando su mérito por la distinción, en el campo de las artes, la música y la cultura.
Hijo de Jorge Sharp Corona y de María Isabel Galetovic Sapunar, nacido el 24 de octubre de 1957, Jorge Ernesto, ingresará a la historia el próximo 21 octubre, cuando sea investido, en el Día de la Región, recordando el año 1520 cuando Hernando de Magallanes, descubrió el estrecho que hoy lleva su nombre.
Leonor Fajardo Filipic, su esposa y sus hijos, Jorge Esteban, futuro abogado y Danilo Alejandro, ingeniero comercial, celebraron su nombramiento, como lo hicieron también sus amigos de “Patagonia 4”, el grupo que lo catapultó de la mano de su padre y de Leopoldo Romero, a la figuración en el ámbito cultural.
Sus hermanos abogados, Juan Carlos y María Isabel, y Alejandro, empresario, también brindaron al conocer la noticia que le informó el propio intendente de Magallanes, Mauricio Peña y Lillo Correa.
El ingeniero civil industrial e ingeniero de ejecución en química, hoy gerente de Aguas Magallanes, arrastra consigo una vida dedicada a la cultura, a la sensibilidad del arte más allá de los fríos números, planos y derroteros de su segunda profesión.
Ya de estudiante, con estudios básicos en las “escuelitas” de “Miss Ellen” o “Miss Sharp”, luego los medios en el Liceo Salesiano San José y mayores en las universidades de Chile, Técnica del Estado y de Santiago, sintió “el amor por el arte y la música” de la propia inspiración familiar de papá Jorge.
- ¿Qué pasó cuando supo de la distinción?
Un silencio, antes de la respuesta. Sus ojos se humedecen.
“Cuando me llamó el señor intendente, me vino un apretón en el corazón. Y bueno, me emocioné. Lloré…sentí un peso grande, como una responsabilidad también”.
- ¿Y en ese instante, se acordó del papá?
Con la respuesta del entrevistado, el entrevistador, también casi se emociona.
“Sí claro…de inmediato…”
Silencio, por un instante.
“…Ahora también”.
Una risa entre emocionada y de recuerdos, surgió antes de una carraspera, “porque él, acompañado con la mamá, fue fundamental en mi formación. Él siempre me motivó para tener a la música a mi lado”.
Jorge Sharp, el padre de Jorge Ernesto, fallecido hace cinco años, fue un hombre de la cultura, aparte de ser empresario de importaciones.
“Él fue quién me enseñó a tocar guitarra y violín, que me llevó a tocar juntos en la orquesta ‘Benjamín Dibasson’, lo mismo cuando comenzó el grupo “Patagonia 4”, también estaba presente”, documenta el Ciudadano Ilustre.
Los recuerdos de Jorge fluyen rápidos para agradecer a su padre que “siempre fue un hombre muy presente y muy atento a nuestras necesidades de familia”.
- Importante en la vida familiar de los Sharp-Galetovic…
“…Papá fue un hombre de trabajo, que partió humildemente como empleado en actividades de comercio, de muchos oficios. Le cuento, él fue un curtidor de pieles y también era músico, integrante, por ejemplo, en la orquesta bailable, famosa en su época, ‘Comesaña-Sharp’”. (Grupo de gran prestigio entre 1940 a 1960 en los salones de baile de la Patagonia chileno-argentina).
- Famosa en su época fue también la orquesta “Los hermanitos Sharp”…
“…Sin duda, junto a sus tres hermanos varones y a mi tía. Ellos tocaban en las radios a fines de los años 30” (del siglo pasado).
El gusto y placer por la música, Jorge, el Ciudadano Ilustre, comienza a saborearla desde antes de los cinco años, en la casa familiar. Hoy está al frente de la Fundación Cultural, Jorge Sharp Corona.
- Jorge, ¿cómo se compatibiliza la sensibilidad del arte con la fría ingeniería de su gerencia en la empresa sanitaria Aguas Magallanes?
“Las cosas tienen sus horarios y ahora con la facilidad del acceso a la tecnología, donde todo es inmediato, se pueden gestionar muchas cosas, por todo el mundo. La comunicación es muy fácil. Hay que ser organizado. Aunque debo decir, que también la familia sufre un poco. Sin embargo, todo a su tiempo. Ahora, estamos trabajando con la Orquesta Sinfónica Juvenil”.
- Usted fue director de agrupaciones corales…
“Sí. Dirigí el de la Universidad de Magallanes y de la Empresa Nacional del Petróleo, formando antes el Coro Catedral. Hoy ya no dirijo”.
- Bueno, y viajero con el Coro Catedral…
“Fue una formación espectacular que nació cuando volví de mis estudios en 1984. Lo que pasa es que yo en Santiago, también participé como cantante en algunos coros”.
- ¿Era difícil dirigir?
“No tanto, yo tenía cierta facilidad, porque además, en los ocho años que estuve fuera de Magallanes, también aprendí a dirigir coros”.
- Con el Coro Catedral viajaron a Europa…
“Si, fue en 1991, en un viaje muy espectacular. Lo gestionamos y dirigimos. Éramos más de 20 personas y realizamos presentaciones casi todos los 40 días que estuvimos de gira. Fue importante”.
- ¿Cuándo nace la fundación?
“Cuando fallece el papá. Mi hermano Juan Carlos, me dice porque en vez de gestionar producciones con terceras personas, no creamos algo propio. Fue así que formamos una organización comunitaria funcional a través del municipio que se llama ‘Fundación Jorge Sharp Corona’, como figura administrativa, para realizar y producir arte y cultura, donde la familia también aporta una cantidad importante de recursos para los eventos que organizamos, unidos con aportes de instituciones y empresas privadas y otros del Estado. Está la familia…”.
- …Y lleva el nombre del papá.
“Con justicia y cariño lo recordamos desde febrero de 2009 como fundación”.
- Desde esa fecha, todos los años jornadas culturales, pero en este 2013, no estarán presente.
“Es paradójico, porque justo con la distinción (Ciudadano Ilustre) este año no tendremos jornadas culturales Jorge Sharp Corona”.
- ¿Motivo?
“Yo postulé un proyecto que era muy interesante, pero fue declarado inadmisible, por un detalle muy menor”.
- ¿Por el Gobierno regional, me imagino, porque postulaban al 2% de cultura del Fondo Nacional de Desarrollo Regional?
“Si, claro. Yo hice un reclamo formal, pero no fue atendido. Ahora bien, yo creo que hay historias que ameritan entregar recursos….”.
- …Pero no se entregan…
“Es lamentable, porque nunca ha habido despilfarro de los fondos que se entregaron anteriormente. Nadie lucra con este tema”.
- ¿Nadie les advirtió de ese error menor, en la presentación del proyecto?
“Nadie. No tuvimos plazo y quedamos fuera por un papelito”.
- En definitiva le observaron el proyecto.
“Si, pero no nos dieron alternativas para corregirlo”.
- ¿Difícil hacer cultura?
“Si, llega el cansancio también. Hay mucho desgaste. Sin embargo, quiero decir que la fundación se ha ganado un espacio. Las cosas las hemos hecho bien con espectáculos y presentaciones de calidad. Yo creo que deberían confiar en nosotros”.
El Ciudadano Ilustre, enseguida nos comienza a contar la historia pionera de su familia, aquella que comenzó su bisabuelo estadounidense, de descendencia inglesa, ingeniero en minas, que comenzó trabajando en el mineral de Cutter Cove, que llegó con su bisabuela y con su hijo Ernesto Sharp Call, abuelo de los Sharp Galetovic, que se casó con Raquel Corona Flores, “señora de Valparaíso que vivía acá”, recuerda Jorge Ernesto.
Así comienza la descendencia de Ernesto y Raquel de seis hijos puntarenenses, Carlos, Víctor, Jorge, Raquel, ya fallecidos; Teresa viuda de Gezan y Nora viuda de Pervan. Hijos y nietos de pioneros de su tiempo.
En la remembranza familiar, la pregunta artística.
- ¿El conjunto Patagonia 4, fue importante en su vida musical y cultural?
“Muy fuerte, a pesar que hoy no estamos trabajando. Hay canciones que quedaron en el alma de los magallánicos, que la gente recuerda y le gusta cantar y canciones que han recogido los jóvenes también ahora, los nuevos grupos que las interpretan”.
El grupo original del Liceo Salesiano San José, en 1972, lo integraron Guillermo Veiga, Rodrigo Vásquez, Luis López Melgarejo y Jorge Sharp Galetovic.
- Ese año llegó al colegio el profesor de música Leopoldo “Polo” Romero…
“…Así es. El nos ayudó y nos dirigió por muchos años”.
- ¿Y cuál fue la configuración de voces y músicos de la proyección del grupo?
“Bueno, yo, Francisco Cresp, Víctor Alarcón, Tito Sepúlveda y Miguel Soto. Todavía nos juntamos para eventos muy especiales, de vez en cuando”.
El conjunto folklórico y de música popular proyectó canciones del autor y compositor, sacerdote Belarmino Sánchez. Hasta hoy, en invierno, se canta “Nieve”: “Nieve de los cielos cae ya; suave, deja, blanca como novia a mi ciudad. Y yo desde mi ventana tras los cristales mirando estoy, la gente se ve más buena con la blancura de alrededor, saldré también a ver, a ver nevar.
Nieve, nieve...Me viene a la mente ahora, toda la infancia pasada allí, las veces que cuando niño, cuando nevaba me divertí, no sé si hoy podrá ser como ayer. Nieve, nieve...”
Antes, en 1968, el mismo verso musical lo interpretaron “Los del Ocaso”, grupo precursor del “Taller Alturas” que integraban, Miguel Palma Draguicevic, José Palma Oyarzún, Juan Carlos González y Guillermo Mimica Cárcamo. En ocasiones se incorporaba también Ricardo Salles González.
“Los del Ocaso era un grupo que yo fui a ver a un Festival Folklórico en la Patagonia (1971). Yo me dije ojalá que algún día esté en ese escenario”, nos relató Jorge Sharp. Y así fue, porque en muchos festivales, Patagonia 4 cantó en el evento mayor folklórico de Magallanes. En 1975, triunfaron con la canción “Cuatrero” que les pertenece como conjunto.
“Con Patagonia 4 viajamos mucho. En Argentina, estuvimos y ganamos el pre festival de Cosquín en 1976”, recuerda, cuando desde muy joven junto al resto de los integrantes hacían galas en Buenos Aires, producidos por Enrique Sánchez López, a la sazón, presidente de la Fundación Patagónica del Folklore de Punta Arenas. “Fue una época muy bonita, donde estábamos tentados a seguir en la senda musical, pero la recomendación familiar era que debíamos estudiar, y así lo hicimos”, comentó en sus recuerdos.
En la despedida, Sharp Galetovic, quien recibirá la distinción como Ciudadano Ilustre de Magallanes, en el Día de la Región el 21 de octubre próximo, nos entrega su mensaje:
“Invito a los jóvenes ser los forjadores del futuro, con trabajo, inspiración y transpiración”.

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