Katherine Calbún Barrera fue llevada a juicio oral por el fiscal Fernando Dobson, quien la acusó de cometer una “mutilación de miembro importante”, delito por el cual pidió que fuera condenada a cinco años de presidio. De todas maneras la pena será inferior, porque el tribunal le reconoció dos atenuantes: irreprochable conducta anterior y la de “eximente incompleta de legítima defensa”.
Por momentos el fiscal temió no contar con el testimonio de la víctima, quien no alcanzó a viajar a Punta Arenas, pero que sin embargo pudo declarar a través de videoconferencia, desde Santiago. Se necesitaba que los jueces escucharan la versión de la víctima, para contrarrestar lo expresado por la mujer el día anterior, que se mantuvo firme en declarar que solamente se defendió del ataque sexual del camionero y que jamás le importó el dinero, como lo declaró a un medio cuyo testimonio fue usado como prueba por el defensor.
Testimonio
Katherine Calbún Barrera dijo no recordar cómo ese 29 de septiembre llegó a la cabina del camión, porque había bebido mucho. Sin embargo, el chofer señaló que horas antes, la noche del 28, fue a comer con unos amigos al restaurante Ruta Norte y al regresar y estacionar su camión frente al Muelle Mardones, en la costanera, se le acercó la mujer quien golpeó su puerta, se subió sola y le pidió dinero. Chaparro accedió pero a cambio de “un cariñito”. Ella habría aceptado, pero descartó malos tratos.
En lo personal, la víctima dio cuenta de las consecuencias que dejó para el resto de su vida la grave lesión. Confesó que todo cambió para él, desde lo estético a lo cotidiano, como no poder alimentarse en forma normal.
Ya no puede ingerir nada caliente y a la comida dejó de sentirle sabor, por el trozo de lengua mutilada. Otra de las consecuencias fue el aislamiento con sus compañeros de trabajo.
Se junta poco con ellos, por los mismos problemas para comunicarse. Incluso, contó que desde Argentina formularon un reclamo dirigido a la empresa para la cual trabaja, porque pensaron que se encontraba en estado de ebriedad. No entendían que había perdido parte de su lengua y su modulación la asociaban a ingesta de alcohol.
El próximo lunes, a las 13 horas, se conocerá la sentencia en contra de la mujer. El defensor espera tenerla en sus manos para analizarla y después de ello evaluar la presentación de un eventual recurso de nulidad, porque obviamente no quedó conforme con que rechazaran su teoría de la legítima defensa. Para él era esperable lo que sucedió, porque pocas veces los jueces les dan la razón.
Mientras que el fiscal Fernando Dobson valoró el veredicto. “Es importante que el tribunal determinara que hubo una actuación dolosa de parte de la imputada, por tratarse de la mutilación de un miembro importante de una persona”. Por lo mismo valoró el testimonio entregado por la víctima.